martes, 30 de marzo de 2010

Los programas de televisión


Tu madre y yo hemos visto algunos de tus programas que nos pasaron. A nosotras nos reconforta pero tenemos que hacerlo cuando estamos a solas ya que a tu padre y a tu hermano les hace daño verlos. No todas las personas somos iguales y tu prima Sonia también es de la opinión de ellos y dice que cómo somos capaces de verte y yo le digo que para nosotras es como estar contigo, te vemos, te escuchamos y nos reímos alguna vez con tus cosas. Yo, en particular, estoy intentando quedarme con tus explicaciones.

Tu madre dice que esto es un privilegio que nosotros tenemos y que no todo el mundo puede tener este regalo tan especial que nos has dejado. También tenemos los videos familiares y las grabaciones de tu exposiciones. En fin, todo un tesoro.

Además junto a su historia, tenemos los frutos palpables de esos programas, los cuadros que pintaste y curiosamente ayer comprobando que estaban todos los vídeos bien, miré un poco el último programa y descubrí el significado de uno de los lienzos que recogimos en la televisión.

En ese lienzo hay manchas de tonos azules, rosas y morados y yo creí al verlo que eran unas pruebas que habías hecho para enseñar algo en una de tus clases, pero no, era el comienzo de un nuevo cuadro. En tu última clase empezaste a explicar como pintar con espátula y habías elegido un paisaje hawaiano para ello. Hiciste con lápiz el boceto y comenzaste a dar el fondo. Ahora valoro más los “manchurrones”.

¡Cuántos recuerdos nos has dejado! Un beso muy grande.

P.D. Jon, Philippe, Isa, Aitor y yo durante nuestro viaje por el canal du Midi. Bonjour Philippe, espero que todo te vaya estupendamente. Aunque creo que nosotros no fuimos todo lo buenos compañeros que debimos porque nos habíamos encontrado en una situación muy complicada justo antes del viaje, tengo muy buenos recuerdos de aquella semana de navegación. Un beso.

miércoles, 24 de marzo de 2010

San José

Dice la gente que ha pasado por esto que el primer año es el peor. Según ellos, hay que pasar un año con todas sus fiestas y celebraciones para cerrar un ciclo. Eso espero.

El viernes pasado fue San José, el santo de tu madre y el mío. Siempre fue un día de gran fiesta en casa en el que preparamos un almuerzo especial y esperamos vuestros regalos. De día del padre, nada de nada, es nuestro santo y punto.

Además, todos los años, tu madre y yo hacemos un montón de pestiños para celebrar nuestra onomástica que llevamos a nuestros amigos.

El años pasado hicimos un asado con muchas patatas, que os encantan a Aitor y a ti, una tarta de galletas (hacía tiempo que no la hacíamos) y el fin de semana anterior pestiños en cantidad.

Ese día vino a comer con nosotros tu tía Miren y nos trajiste de regalo unos bolsos, a tu madre, dos por falta de uno. Hablaste por los codos, “discutiste” con la tía, Aitor y tú peleasteis por las patatas y pasamos un buen día.

Este año, ya el domingo anterior dijo tu madre que de celebraciones nada, sobre los pestiños ni hablamos, ni ella me los nombró ni yo a ella. No estamos para hacer pestiños. Le dije a tu madre que no podíamos quedarnos en casa pensando y que saldríamos a comer. Total, que me pedí el día aunque sólo fuese por estar acompañada. Salimos a comer y vinieron con nosotros tu tía y Sonia.

Durante todo el día nos acordamos de ti y de camino del abuelo Pepe. Como decía tu madre cuando se hacía la tarta siempre hacía una pequeña para él que le llevábamos ese día junto a su regalo.

Por la tarde como es habitual en nosotras este día, fuimos a misa tu madre y yo. Ella dice que tiene que agarrarse a la fe e intentar mantenerla. La mía está bastante perdida y me sentó fatal el ir, me paro a pensar las palabras que se dicen durante la misa y se me revuelve todo.

Dicen que el duelo tiene pasos atrás y yo he vuelto bastante atrás estos días. Me ha dolido más que en Navidad y aún ando tocada. En fin, un día y fin de semana para olvidar.
Un beso muy grande, Jhosebe.

domingo, 21 de marzo de 2010

El retorno a los orígenes




Jon hizo diferentes cosas con sus grabados de dragones. A algunos les dió un fondo de color, otros los pintó y con todos ellos en blanco hizo un libro en el que dedicó un texto a cada dragón que llamó "El retorno a los orígenes". Este es el prólogo de dicho libro:

Sin mayores pretensiones, he realizado esta serie de grabados buscando unas formas directas, que inspiren armonía en quien las contemple. Los textos del señor Hong, que son el feliz contrapunto a estos dragones míos y al momento vital en que me encuentro, surgieron a posteriori de una manera que yo considero fortuita y afortunada.

Retorno a los orígenes es una recopilación de meditaciones sobre las cuestiones fundamentales de la vida humana. Escrito por Hong Ying-ming a finales del siglo XVIII, cuyo nombre taoísta, Huanchu Daoren, significa "un caminante que retorna a los orígenes", sus textos son la expresión de una existencia llena de sabiduría y experiencia. Todas estas reflexiones son el fruto de una vida como funcionario estatal, de su formación con las enseñanzas éticas de Confucio y su retiro del mundo a los sesenta años para dedicarse al aprendizaje del Taoísmo.

Cuando de pequeño me contaban historias de dragones y caballeros, pensaba que si algún día uno de estos monstruos se cruzaba en mi camino, debería correr a esconderme a la espera de que su flamígero aliento desapareciera en el horizonte. Con el paso de los años, he comprendido que no todo es lo que parece, existen caballeros perversos y dragones buenos que reinan sobre las ocho clases de seres inferiores, seres que comenten ocho errores y que a lomos de los ocho vientos evitan, o no, los ochos infiernos fríos.

© Jon Castizo Ciluaga




miércoles, 17 de marzo de 2010

Siempre conmigo



17 de marzo, seis meses

No consigo apartarte de mi mente. Sí, tengo sueños, pero también pesadillas que hacen que me levante de mal humor.

Aquí sigo pensando que por qué te tocó a ti, que cómo es posible que no pueda verte más. Han pasado seis meses y quisiera "arreglarlo" pero ¿cómo?.

Siento una pérdida inmensa, es como si la mitad de lo que soy ya no lo sea, como si mi pasado no existiera. Lo que ha conformado lo que soy no se concibe sin ti: la educación, los juegos, los paseos, las travesuras, los secretos, las confesiones, los tebeos, la primera película por la noche o en el cine de verano de Villarrasa, los primeros conciertos, todo siempre fue cosa de dos.
Supongo que los hermanos mellizos o muy similares en edad sentirán esta pérdida cuando falta uno de ellos.

No se cuando voy a recuperarme pero estoy intentando tener paciencia. Quisiera tener la esperanza de una vida futura pero he perdido la fé.

Un abrazo, masajes y besos, mi querido hermano.


P.D. Jon y yo con unos amigos, hijos de otro maestro.

domingo, 14 de marzo de 2010

Tu regalo




Tu madre tuvo la idea de enviar a todos tus primos algo tuyo para que tuvieran un recuerdo. A mí me ha costado meses estar lista para prepararlos porque siento que pierdo parte de ti. Si estuvieras vivo no te haría gracia que regalasemos tu trabajo pero dice tu madre que de dónde estás, nos estarás viendo y estarás contento.

En fin, revisando lo que nos has dejado y para que el regalo sea similar para todo el mundo, hemos seleccionado un dibujo y un grabado de los dragones que tanto te gustan para cada primo.

A los que tenemos lejos se los envié por correo el lunes y al resto se lo entregaremos en mano. Bueno, los de la tía Miren han sido los primeros por eso de la cercanía. El miércoles por la mañana estaban ya en Bilbao, ¡vaya rapidez la de Correos!

Han llamado muy contentos tus primos Arantxa, Garbiñe e Iñigo y el viernes había ya en casa una carta de Rocío. Los de la tía Amalia los llevé a casa de Antonio, al que le agredezco mucho su ayuda con tus papeles, y también se puso muy contento.

En fin, tu madre tenía razón, todos te quieren y les ha gustado mucho el detalle. Nosotros se los hemos enviado con mucho cariño.

He hecho una foto de cada dibujo para tenerlas de recuerdo y las pondré en un album.

Muchos besos Jon.


miércoles, 10 de marzo de 2010

El Caminante – Instalación



Errabundo es aquel cuyo andar errante le sitúa en un camino equivocado, pero no hay error donde existe avance, ni pérdida de rumbo cuando se da un paso, pues en cada uno de esos movimientos rítmicos que conforman el andar, encuentro yo, una lucha, un valor, un caminante...

© Jon Castizo Ciluaga
P.D. Hoy es el cumpleaños de nuestro hermano. ¡Feliz Cumpleaños Aitor! Se fuerte y aprovecha lo que la vida te ofrece. Os quiero mucho a los dos.

sábado, 6 de marzo de 2010

Sueños




Por fin han vuelto a mí los sueños, o mejor dicho, a recordarlos. He soñado contigo dos noches consecutivas.

En la primera, andábamos de excursión con varios amigos, no recuerdo con quién pero sí que nos divertíamos y lo pasábamos bien. A mitad del sueño recordé que estabas muerto pero me dije ¿y qué más da?, sigamos soñando y disfrutando. Eso hice hasta que me desperté. Estuvo bastante bien el sueño.

Al día siguiente, volví a soñar contigo pero cambió la temática. Estabas en el hospital en la cama con buen aspecto (lo cierto es que nunca lo has tenido malo) y sobre todo muy sonriente. Me decías que te encontrabas mucho mejor y yo también sentí que todo iba bien y pronto estarías bueno.

También fue un buen sueño, lástima que no sea real pero me pregunto si no habrá sido este sueño una señal que me has enviado para que sepa que estás bien.

Un beso.



P.D. Jon y yo, con amigos de Aljaraque y compañeros de facultad de Jon de excursión por la sierra de Huelva.

martes, 2 de marzo de 2010

Despedida de Jontxu
















Jontxu, Jontxu, siempre es difícil despedirse de alguien, pero esto.... Y encima me has pillado totalmente de sorpresa. No tenía ni idea de que te ibas, de que te has ido. Tu hermana se puso en contacto conmigo para comunicarme lo que había pasado. ¡Qué disgusto me llevé! Hacía mucho tiempo que no hablábamos, pero el cariño que siento por ti sigue siendo igual de grande. Y después de „digerirlo“, que no se puede, pero algo hay que decir, empecé a pensar en todo lo que habíamos compartido y las aventuras que vivimos en el poco tiempo que pasamos juntos . Y decidí, concentrarme en estos pensamientos, y no en la situación actual, que me pone triste.
Desde que te conocí en el 95, siempre que venías a mi mente automáticamente me arrancabas una sonrisa, y todavía lo consigues, no puedo evitarlo. Le contaba a tu hermana, que cada vez que pienso en ti o veo imágenes de San Francisco nos recuerdo recorriendo en tu moto las calles y cuestas de la ciudad, con el pañuelo de cuello al viento y gritando a pleno pulmón como habíamos visto hacer... ¿dónde? No tengo ni idea...Lo importante era hacer divertida una acción tan monótona y aburrida como ir a la lavandería. Tengo mil recuerdos, pero este es del que me acuerdo con más intensidad. Ahora que lo pienso, a pesar de que compartimos experiencias muy emocionantes, las que mejor recuerdo son las más cotidianas. Mi primer earl grey con leche lo tomé contigo en el Café Flor, ¿te acuerdas? Allí íbamos cuando queríamos ponernos al día, o antes de ir a alguna fiesta o a algún otro sitio.

Tengo mucho que agradecerte, Jontxu, y voy a aprovechar para hacerlo ahora. Mi experiencia "California" no habría sido en absoluto tan completa e inolvidable si no hubiésemos coincidido aquella noche, 7 de marzo-me acordaré simpre porque era el día de mi cumpleaños-. Sin conocerme, ni pedir nada a cambio, me hiciste un hueco en tu vida, y no uno pequeñito, sino uno bien grande. Y a partir de entonces, y sabiendo que estabas ahí para lo que fuera, que podía contar contigo, mi situación cambió por completo. Gracias. Gracias por tu ayuda, por ofrecerme tu casa, por presentarme a tus amigos, por mostrarme la ciudad, y gracias por todas aquellas charlas que mantuvimos sentados a la mesa de tu minicocina. De estas me acuerdo también muchas veces.
Gracias, Jontxu, por haber sido tan buen amigo.
He encontrado dos fotos, una la hice delante de tu casa, con tu tan preciada moto, y era justo antes de ir a la lavandería. Como me gustan las lavanderías desde entonces...La otra está sacada en el Golden Gate Park. Solíamos ir allí a leer en voz alta y hacer un poco de teatro. Aquí estamos leyendo Paty Difusa, de Almodóvar.

Y también me acuerdo de una vez que hablamos después de que volvieras a Huelva. Estabas en clase, con tus mujeres-me dijiste-. Y fue una conversación de lo más divertida, muy "Jon". Mientras hablabas conmigo, le echabas la bronca a una, le decías un piripo a otra, volvías a contarme algo, intentabas reconciliarte con la primera....Así eras tú, tenías para todos.

Estés donde estés, Jon, no tengo duda de que estarás bien. Y quiero que sepas que te echo de menos, y que te recuerdo muchas veces, e intento hacerlo con una sonrisa, incluso cuando suelto alguna lagrimilla. Y también quiero que sepas que has enriquecido mi vida.

Mosu handi handi bat, Jontxu.
Ainhoa