sábado, 17 de noviembre de 2012

Verdades y tonterías




17 de noviembre, 3 años, 2 meses

Vi una serie en la que alguien le decía a un chico que había perdido a un amigo, que él seguía teniendo una parte del que se iba y que a veces hacía cosas en nombre del que se fue como si el otro siguiera allí.

Se me encendió una lucecita y pensé, es cierto, a veces me satisface hacer cosas que tú hubieses hecho o que tú hiciste. Es un sentimiento que de alguna forma te reconforta y te satisface.

Comemos algo que te gusta, vemos alguna película que seguro hubieses visto, hacemos algún viaje dónde tú has estado o queremos ir a dónde fuiste, hablamos cuando algo nos recuerda a tí o conducimos tu furgoneta. Esto último en particular me une muchísimo a ti. Pienso, aquí estoy, sentada dónde Jon, escuchando música suya, rodeada de cosas suyas,…

Para otros no es así, creo que muchas veces por inexperiencia, parecen decirte en pocas palabras que hay que hacer borrón y cuenta nueva. Quitar cosas de en medio e incluso como le dijeron a tu madre dejar de hablar de ti, que eso es lo que habían hecho en casa de alguien que había fallecido recientemente. A la pobre la han dejado hecha polvo con esos comentarios.

¿Por dejar de hablar de aquel que falta, dejarás de pensar en él?, ¿es posible cerrar tu mente a ciertos pensamientos?, ¿no sufrirás gracias a ello? ¡Valiente estupidez!

Un beso muy grande Jontxu.

P.D. Membrillos  (72 x 22). Pastel

miércoles, 7 de noviembre de 2012

4 de noviembre



Estos días han sido extraños para mí. Me ha ocurrido algo que no me ocurrió en los años anteriores, de repente he relacionado: día 1 Todos los Santos, día 2 Día de los Difuntos, día 4 cumpleaños tuyo. ¡Qué próximos estos días al tuyo!

Desde bien joven empezaste a disfrazarte en la noche de Halloween, normalmente con disfraces inventados que te cosía tu madre. El último, 2008, fuiste del “niño del orfanato” y tenemos una foto que a mi me da un poco de repelús con esa máscara de saco en la que se ve un solo ojo. Te compraste el babi y tu madre te cosió la máscara.

Fuimos a misa el día 1 y fue extremadamente dura para mí porque supongo que ya barruntaba tu cumpleaños. Dije al salir que de ninguna manera iría el día de los Difuntos porque no quiero relacionar esa palabra contigo. Mi hermano no puede, no debe ser “eso”. Como me dijo tu madre debo estar traumatizada por ir a pedir papeles que contenían esa palabrita.

Tus padres habían planificado viaje a la sierra para el sábado, sobre todo tu madre quería “visitarte”, pero no pudo ser porque el día amaneció con lluvia y lo pospusimos para el día siguiente, tu cumpleaños, pero de nuevo amaneció el día lluvioso. Estaba claro, no podríamos ir en ese fin de semana.

El domingo 4 comenzó como un día cualquiera, obviando lo que todos sabíamos. Tu madre y yo desayunamos y dimos una vuelta por Punta con misa incluida. Después tu madre me dijo que quería acercarse a comprar algún dulce (roscos) para ese día. Yo le dije que para qué y ella me dijo: “no tiene que ser por nada especial pero necesito que en este día tengamos algo”.

A la vuelta me preguntó por los años que tendrías. En teoría fácil de decir, los mismos que yo a partir de ese día hasta el 20 de diciembre pero le dije que tenía que pararme porque desde aquello me cuesta recordar los años que tengo. Es que se convierte en una nebulosa cumplir años si el que te acompañaba siempre ya no lo hace.

Un beso muy grande Jon, mi mellizo temporal.