miércoles, 17 de septiembre de 2014

La vuelta de la libélula


17 de septiembre, cinco años


Las libélulas son de esta época y este año y después de mi experiencia del año pasado las echaba de menos (http://joncastizociluaga.blogspot.com.es/2013/09/libelulas.html). Había visto algunas, sí, pero siempre asociadas a algún sitio con agua, charcos, jardines, regajos...

El otro día bajando a recoger el coche en el parking anexo a mi edificio de trabajo, cuando me acercaba a él, me percaté de que había una libélula en la antena de mi coche. Me quedé parada mirándola un poco pasmada y me puse a comprobar si había más alrededor en otros coches o si había algún charco por allí.

Nada de nada, sólo la “mía” tan tranquila mientras me acercaba y la contemplaba. Esta vez saqué el móvil para hacerle una foto y tanto me detuve, que una compañera de lejos me vio y al día siguiente me preguntó extrañada que si estaba haciendo fotos allí.

Cojo mi coche y más adelante, de camino a casa, cuando me paro en un semáforo de Camas, allá que se cruza una nueva libélula por delante del coche y se posa sobre una rama y yo me quedo mirándola como una tonta hasta que continuo el camino.

Dirás que me falta un tornillo pero es que ahí no terminó la jornada, volví a ver libélulas en la tele dos veces esa tarde, una en un tatuaje y otra en un programa de naturaleza.

Total, cuatro veces en el mismo día en un tramo de seis horas en lugares no habituales. ¿Casualidad? Puede ser, pero yo volví a sentir que estabas junto a mí y querías llamar mi atención ahora que tanto te necesitaba.



Un beso muy grande mi hermano.

jueves, 11 de septiembre de 2014

Cuadros



El martes por fin, después de más de cinco años, recuperamos tus cuadros robados.

Una tarde de viernes a finales de junio del 2009 estábamos sentados en la salita cuando recibiste una llamada al móvil de móvil que te comentó algo que le había extrañado.

El había estado en casa de un amigo suyo y se fijó que había varios cuadros tuyos en sus paredes. Le dijo que cómo tenía tantos cuadros de Jon, a lo que él le había respondido que se lo habían dado en pago de una deuda. Por eso te había llamado y te daba el teléfono de la otra persona para que hablases con ella.

Después de colgar llamaste al teléfono que te habían dado y mantuviste una conversación larga que llegó a la hora. El había dejado depositados sus cuadros en una tienda para su venta y por lo visto el dueño había cerrado y para pagar sus deudas, entre otras cosas, ofreció tus cuadros. De esta forma acabaron nueve cuadros (de los dieciséis) en casa de este hombre.

Quedasteis para veros e interpusisteis una denuncia por robo con descripción de los dieciséis cuadros y los siete en cuestión quedaron en depósito en casa del que los tenía. Hablaste con Carmen y ella se dispuso a llevar tu caso. Presentasteis como testigos a dos amigas tuyas que habían estado en la tienda y además a la persona que tenía los cuadros.

Menos de tres meses más tarde estabas muerto y tu padre, como “heredero”, fue ahora el denunciante. Carmen siguió con los trámites y lo más difícil, fue encontrar al estafador porque había desaparecido del mapa.

Por fin, llegó la citación para el juicio y se celebró este diecisiete de julio . El resultado fue la devolución de los nueve cuadros de los que se sabía su destino y del pago de un dinero por el resto. En caso de que recibamos el dinero, lo que es dudoso, pensaremos a que ONG donarlo.

Sentencia en mano, el martes Carmen recogió los cuadros y los trajo a casa. Estuvimos un rato charlando y hablamos de tí, claro.

En fin Jon, como tú hubieses querido, hemos terminado bien esta denuncia tuya de la que ahora eramos responsables.

Un beso muy grande Jon y gracias a Carmen por llevar a buen fin la denuncia.

P.D. Entre ellos, esta tauromaquia de 1x 1 m de técnica mixta sobre lienzo. El cuadro lo había visto en fotografía pero es mucho más bonito al natural y más grande de lo que yo imaginaba.