martes, 17 de diciembre de 2013

Jon 1966-2009 (III)


17 de diciembre, cuatro años, tres meses

No quiero que llegue el día de su nacimiento, quiero tenerlo siempre conmigo, con sus cosas positivas y negativas como todo el mundo.

Gracias mi Jon, te fuiste el mismo día en el que debías hacer tu Performance en la calle Aragón (como el gran artista que eras y sigues siendo). Ahora estás con Dios en el paraje elegido por tí y que tenías que enseñar a todo el mundo, alumnos y no alumnos.

¿Recuerdas la tortilla que comimos allí?, ¿y el retoque diste a mi cuadro de la sierra y lleva el apellido de tu abuela Felisa “Barinaga”?. En otra ocasión que fuimos ya estábamos más finos y comimos carne asada en aquellas mesas.

En otra tanda que fuimos a la sierra y compramos jamón, la tía Miren compró uno para cada hijo y nos toco cargar a cada uno con un jamón.

¡Bendita sierra tan querida para nosotros!

Un beso Jon de tu amatxu.

martes, 10 de diciembre de 2013

Jon 1966-2099 (II)

El otro día me dijo mi Josebe que en lo que decía Jon de nosotros sobre que de pequeños os criasteis en una felicidad que ahora no teníamos no llevaba razón porque estábamos en una etapa de persona mayor en la que él tenía que luchar por su felicidad.

Empezaré con el catecismo con la música de Miliki llamando desde la torre de la Iglesia. Nosotros estábamos cerca ya que la escuela era parroquial y nuestra casa también. La campana no nos molestaba, supongo que a todo se acostumbra uno.

Fue en la catequesis donde hicisteis tus primeras obras de arte: una cruz de cerámica con unos trocitos rotos de distintos colores (ahí te ayude un poquito con el pegamento) y una Virgen que pintaste a partir de una que te habían regalado de chico.

Te hubiesen dado el primer premio de pintura pero decían que eras muy pequeño para pintar aquello (creían que lo había hecho yo) y yo te dije que cogieras el cuaderno y lo hicieras delante del cura pero tu muy orgulloso no quisiste hacerlo y te dieron el segundo.

Desde pequeño se le notaba el arte, primer premio de la juventud, 1º, 2º y 3º en Gibraleón, …

Fue a Sevilla a estudiar Bellas Artes que con sus aptitudes le fue fácil, premio de pintura, becado y premio en El Paular de Segovia.

Mientras estaba en el Paular con la beca exponía en Punta Umbría, así que nosotros tuvimos que montar la exposición y el vino en avión a la inauguración. El hizo los preparativos con música incorporada y nosotros seguimos sus instrucciones. Esta fue su primera exposición individual.

Así siguieron los años y con ellos las exposiciones y otros trabajos que iba haciendo.

Estuvo de profesor en Sevilla pero no aguantó más y me dijo: “ama me voy con otros compañeros a San Francisco”. Me quedé mirándole y le dije que como se iba a ir tan lejos y me contestó: “si no voy ahora que tengo 25 años, ¿cuándo voy a ir?” y le comprendí.

En los cinco años que estuvo no dejamos de tener contacto con él, nos llamábamos por teléfono, nos escribíamos, su hermana y prima iban y el venía por navidades. Se le mandaban paquetes con jamón, queso, morcón y algún que otra cosa. Lo malo es que en una de las veces en la aduana detectaron que llevaba chacina y se le quitaron (está prohibido por ser carne cruda) dejando el queso y los regalos. Lo hicieron también a la vez siguiente por lo que dejamos de enviar la chacina.

Por problemas familiares se tuvo que volver y conoció a Enrique Montenegro, una persona buena al que todo le parecía poco para los demás. Le busco el trabajo de dar clases de pinturas y comenzó la andadura de la escuela de pintura de Aljaraque.

El pensaba algún día volver a San Francisco pero la vida le tenía guardado otro destino y en el año 2009 se nos fue, creo que sin saber él mismo lo que le ocurría y nosotros tampoco.

Como me dicen mis amigas, era su destino. Así como fue un regalo de Dios, así nos lo quitó cuando no estábamos preparados para ello.

Un beso a mi trasto.

domingo, 17 de noviembre de 2013

Jon 1966-2009 (I)


17 de noviembre, 4 años, 2 meses

Noviembre del 2013, estoy en la salita recordando aquel día 3 de noviembre en la reunión de cursillos de cristiandad en el patio de las Hermanas de la Cruz en La Palma.

De repente siento como un agua cae a la alfombra de pita. Consulto con mi compañera Juanita y me dice: “vamos Josebe, has roto aguas. Yo llevo el cochecito de la niña (mi Josebe), cogemos la ropa y nos vamos a la clínica.”

Así lo hicimos, fuimos a casa de mis suegros y tu abuela me acompañó junto a tu tío José Mª. Papá estaba en la sierra para poder estar conmigo cuando vinieras pero te adelantaste y tu abuelo le llamó a la fonda.

La noche estaba infernal pero llegó a tiempo. Habías nacido, un niño muy guapo con un tono de voz bronca de forma que al oírte el tío Crisanto dijo que eras un niño.

Creciste sin ningún problema salvo una neumonía que tuviste con meses, presagio de la del 2009. Fuiste mi niño querido, mejor dicho de todos. Aún recuerdo el día de la llegada a casa con mi Aitor en brazos y tú delante dando brincos y gritando “mi madre ha tenido un niño”.

Son tantos los recuerdos de tus hazañas, con tu hermana eras un todo, un enamorado ella, todo lo que decía lo hacías. Ella era más tranquila y tú un rabo de lagartija.

Hoy día 4 de noviembre no sabía que día era. Raro, ¿verdad? La cabeza la tengo medio perdida y por la noche cuando me lo dijo Josebetxu sentí que algo me aplastaba. Me dio coraje, yo había estado en mi mundo y no tenía necesidad de saberlo, no se nombra y no se hacen regalos, nada de nada. Un día que fue de luz y ahora se ha perdido todo, vacío completamente negro, de tenerlo todo a …


Recuerdos de ti, tu sonrisa de pillín, tus besos, tus abrazos, tus trastadas con tu hermana. Erais un regalo de Dios y por ello, como tanta felicidad no puede ser en esta vida, igual que te trajo te llevó. 

P.D. Tu madre y nosotros delante de la iglesia de la Palma.

lunes, 4 de noviembre de 2013

4 de noviembre, tu no cumpleaños



Hasta el año pasado no fui consciente de lo cercano que está tu cumpleaños al día de Todos los Santos y al de los Difuntos.

Antes porque por no tenían el significado que tienen ahora y en los dos años posteriores simplemente porque creo que no fuimos a misa o yo estaba tan confusa que ni los relacioné.

Ahora cada uno de estos días son algo que me remueven las entrañas y que a mí, en particular, me provocan una rebeldía que me hace negar lo que no puede ser negado.

¿Cómo es posible que ese calificativo se te pueda aplicar a ti? Desde que estuve arreglando tus papeles la palabra en cuestión me molesta bastante y no quiero identificar a mi hermano con ella. Me niego, ¡maldita sea!

Ayer por la noche y como no quiere la cosa, después de un día bastante complicado en casa, para animar el cotarro puse algunas tapas para cenar y en mi interior pensé que también podía ser una minicelebración de tu cumpleaños.

No sé, celebremos la vida, no la muerte. Celebremos que llega este periodo que nos hace compartir años, jugar a ser mellizos para siempre.

Muchas felicidades.

P.D. Felicidades también a nuestro amigo Paco ya que hace un par de días fue su cumpleaños, escorpios los dos. Dale mucha fuerza en su lucha diaria y cuida de él.

jueves, 17 de octubre de 2013

Lo peor viene después

17 de octubre, 4 años, 1 mes

Falleció la semana pasada la hermana de un compañero. Lo conozco pero no tengo mucho trato con él y fui incapaz de acercarme junto al grupo a acompañarle. Lo reconozco tenía terror, sabía demasiado bien lo que me iba a encontrar allí. Lo pensé mucho pero no quise ir a sufrir.

Recordé las palabras de tu amigo Juan aquella noche en el tanatorio, su hermana había muerto hacía un par de años y me dijo: “hoy lo estáis pasando mal pero lo peor viene después ya instalados en una rutina que nunca volverá a ser la misma”. El día anterior había ido a verte pero llegó tarde porque justo habías entrado en la UCI. Al día siguiente me llamó por la mañana para ver como estabas y le dije que no estabas bien, me comentó que se acercaría por la tarde pero que, por favor, si te pasaba algo o te ponías peor, le avisara para no ir. Evidentemente no quería remover su dolor pero en aquellos momentos no me acordé de hacerlo y vino y estuvo con nosotros aquella tarde y hasta bien entrada la madrugada. A él no lo he vuelto a ver, ni en tu exposición, tampoco quiso más dolor que el que ya tenía.

El 14 fue el aniversario de boda de tus padres y adelantamos nuestra comida al 13 que era domingo. Hicimos lo que pudimos sin dejar de acordarnos de tí, algunas veces con una sonrisa pensando en tus cosas y en lo que te gustaba comer y otras tristes por tu ausencia.

Quisiera hoy decir que el dolor pasó pero sería mentir. El consuelo de pensar en los años en que sí te tuvimos y en todo lo que nos dejaste, el recordar momentos, el pensar que sigues con nosotros de otra forma, es un simple parche que quisiera tapar una hemorragia que no deja de sangrar.

Nos vamos, me voy, acostumbrando a vivir sin ti. Pasan horas, días, semanas e incluso años y seguimos viviendo pero hasta eso duele. ¿Cómo puedo vivir sin mi hermano?, ¿cómo siquiera me atrevo a hacerlo? Siento que no debería ser así y de alguna forma me siento culpable.

Los días de septiembre fueron especialmente dolorosos, recordamos cada uno de los días, de los momentos, de las actuaciones que desembocaron en tu fin el diecisiete. ¿Es posible abstraerse de todo aquello? Lo intento pero es complicado evitar que tu esquiva mente aprovechando momentos de tranquilidad vuele en el tiempo y recuerde.

Un beso y masajitos Jontxu.

P.D. Dragón. Acuarela sobre grabado. 25 x 25.

martes, 24 de septiembre de 2013

Cuarto aniversario


El sábado 14 tuvimos tu misa acompañados por familia y amigos. Las horas previas fueron muy tristes y llenas de tensión pensando en ti, en lo ocurrido, en la tarde que nos esperaba,...

Fue un poco surrealista con la hermandad de la Virgen de los Dolores haciendo un triduo y el cura cambiando nuestros apellidos cada vez que te nombraba que hizo que incluso me saliera la risa. Lo principal fue que estuvimos todos juntos y que ya pasó.

Al finalizar la misa formando un pequeño grupo en la misma iglesia y leí el texto sobre “las libélulas”. También Mila llevó unas palabras que te había escrito y que transcribo a continuación.

Jon, sé que desde el cielo nos estarás escuchando. Quiero que sepas que tener tu enseñanza y amistad fue una de las mejoras cosas que me han sucedido.

Contigo, en tus clases, pasé gratos momentos que nunca se borrarán de mi memoria y cuando me enfrento a un lienzo en blanco acudo a tí.

Siempre estarás con nosotros.

Mila

Terminada la misa pasamos un rato agradable hablando y recordando anécdotas tuyas. Estuvo bien ese momento después de lo pasado previamente.

martes, 17 de septiembre de 2013

Libélulas

17 de septiembre, cuatro años

Las libélulas fueron importantes en tu infancia y, por ende, en la mía aunque por distinta razón.

En los veranos tórridos villarraseros solías, junto a tus amigos, hacerte una “pistola” para ir en grupo a la caza de la libélula. Consistía la herramienta en un palo (si había suerte un trozo de listón ancho) al que se le clavaba un alfiler de la ropa y que se cargaba colocando un elástico ancho tensado entre la punta del palo y el alfiler.

Para localizar un grupo de libélulas no había más que ir a algún regajo de los que por aquel entonces estaban tras la tapia que había cercana a la iglesia y que ocultaba el campo y el camino del cementerio. Entonces fijabas el objetivo y pulsando el alfiler disparabas el elástico y, voilà, libélula cazada (o no, si no había suerte).

A mí todo aquello me parecía un poco de brutos pero a vosotros os divertía bastante.

En el retrato de tu madre que forma parte de la colección “Y la historia comenzó así” colocaste a su alrededor a modo de orla un montón de libélulas. Las libélulas te retrotraían a aquella época. A mí también me ha ocurrido eso siempre, hay cosas que son de una época concreta.

Es curioso porque al diseñar el cartel de tu exposición incluyeron algunas libélulas en el retrato tuyo base del cartel. Yo no dije nada, simplemente las vieron en la foto del retrato de tu madre y las incluyeron en el tuyo.

Hacía bastante tiempo que no veía una libélula pero últimamente la he visto en diferentes sitios y momentos .

Hará un par de semanas, estando cogiendo higos junto a Aitor de la higuera cercana a nuestra casa, de repente me dí cuenta que había una revoloteando alrededor mía. Soy bastante despiste pero es que ella fue muy persistente y tuve que fijarme en ella. Me pare a mirarla hasta que se fue y en aquel momento pensé si era posible que estuvieras llamando mi atención para decirme que tú también estabas allí junto a mí. Luego me dije, “¡vaya ocurrencia la mía”,

Este sábado, en Rociana, volvía a mi coche a recoger una caja de higos para bajar a casa de los compadres cuando vi que había algo en la punta de la antena. Me paré a mirar y era otra libélula quieta, allí parada. Sentí que mi corazón saltaba y me dije, “no es posible ¿otra?” Estuve mirándola unos segundos y cuando ya pensaba que estaba muerta, justo allí, de repente salió volando. Pero ahí no ha acabado la cosa porque al día siguiente, de nuevo ví a una libélula posada en mi antena, ¡qué extraño!

Ando muy triste estas semanas y quizás es que necesito creer.

Un beso muy grande hermano.

P.D. Mamá. Técnica mixta, óleo y acrílico sobre lienzo. 46 x 46

miércoles, 4 de septiembre de 2013

Un año después


¡Paqui!, tengo ganas de hablar contigo en este día tan señalado para nosotros.  Un año caminando sin tu presencia, tú que andabas por todos lados y siempre eras tan visible para todos.

¿Recuerdas nuestro saloncito de Cáritas? Era pobre y no se podía gastar mucho dinero en él, con su mesa vieja y sillas cada una diferente a la otra que nos dieron. Pero… ¡qué lleno de vida estaba, con sonrisas y el deseo de hacer de todo por los otros.

Pasa el tiempo y la juventud y llegan los problemas y los golpes que la vida nos da y éste es uno de ellos. Pero con nosotros no puede, sigues aquí y ahora mismo estamos con Dios y la Virgen de los Remedios. ¿Quién va a poder con nosotras?

Cuando vine toda nerviosa al funeral de mi Jon con una carta para agradecer el cariño recibido de todo el pueblo, viniste enseguida al ver mi cara y me dijiste: “trae para acá, que eso lo leo yo en un momento”. Y así lo hiciste y cuánto te lo agradecí ese día. Así eres tú.

Cuida de tu familia y de las nuestras, y aunque no hace falta decirte, especialmente de tu madre que es un ángel en la tierra.

Un abrazo a mi tesorera de Cáritas. Te quiero “compa”.

P.D. Encuentro de Cáritas en el que el grupo de Aljaraque hizo un pequeño teatro en el que participaron Paqui y tu madre.

miércoles, 28 de agosto de 2013

El ciclo


Ya queda poco para terminar el verano y de nuevo este ciclo que se repite desde el 2009. No tiene la misma intensidad, desde luego, pero sí momentos bastante álgidos recordando esos últimos días tan dolorosos y que reviven la angustia, el pensar que me han quitado a mi hermano antes de tiempo y, en particular, sentirme culparme por dejarles que lo hicieran.

Dice tu madre que “ésto” no se le va a quitar, que irá con ella y yo le digo que es cierto, sólo iremos viviendo, pasando día tras otro, pero con ello encima. No es algo particular de nosotros. Lo veo a mi alrededor, en otros hermanos y en otros padres, quedas marcado.

A veces grito en mi interior “¡¡quiero que me devuelvan a mi hermano!!! Os lo habéis llevado, ahora, traedlo de vuelta”, como si tal cosa fuese posible. Nada hay tan definitivo como la muerte, no hay vuelta atrás ni oportunidad de arreglo, nada, sólo esperar a que tu momento llegue y luego a ver qué ocurre.

Soy alguien que sigue incompleto. Es una sensación extraña pero sigue ahí. Han borrado, eliminado parte de mí. No puedo sentirme entera cuando aquel que siempre estuvo y que debería estar ahora se fue de un plumazo.

Un beso muy grande hermano.

P.D. Apocalipsis, óleo sobre lienzo.

sábado, 17 de agosto de 2013

La fotografía


17 de agosto de 2013, tres años, once meses

Como explicar mis ideas y pensamientos cuando me quedo a solas. Mi mente vuela, recuerda cosas y, a veces, me paro a mirar tus grabados, tus cuadros o la acuarela que hiciste en el hospital. Otras, miro una fotografía mía que tengo en la estantería y recuerdo la historia de esa foto.

Nos hiciste a tu madre y a mí un montón de fotos en el patio del colegio aprovechando los muros blancos recién encalados. ¡Qué jóvenes eramos! Los dos de vacaciones de verano entre curso y curso en la universidad. Te esmeraste colocándonos de una forma u otra, mirando para acá o para allá y nos hiciste ampliaciones en tamaño folio de algunas de las fotos, las que más te gustaron.

Ahora veo esa foto enmarcada y contemplo el rostro que me mira con los ojos no abiertos del todo porque le molesta la claridad del sol veraniego, vestida con una camiseta diseñada por su hermano y cosida por su madre, una joven con pelo rizado (tal y cómo se llevaba por aquel entonces) y pelo suelto con alguna cinta colocada por el “fotógrafo”.

Pienso que la persona (yo) que está allí, tiene enfrente a su hermano (tú) mirando a través del objetivo de su primera cámara de fotos y siento envidia y añoranza de ese momento, de esa época, como si de alguna forma la trajera al presente ¡qué estupidez, no es más que una foto!. Es difícil reconocerse en ella, ya no soy aquella joven que no sabía nada de lo que le esperaba en esta vida. Ahora soy otra persona.

Una de esas fotos fue la base para hacer el cartel de la feria de Aljaraque de aquel año, 1987, que pongo en esta entrada y que tengo colgado junto al resto de tus carteles en mi habitación.

Mi hermano, efectivamente sigues junto a nosotros de otra forma pero todos quisieramos tenerte en tu forma física.

Un beso muy grande.

miércoles, 17 de julio de 2013

Y pasamos otro más


17 de julio de 2013, tres años, diez meses

Llegó de nuevo San Juan y no pudimos obviar ese día como yo hubiese querido. En la privacidad de la mente es imposible, te acuerdas aunque no quieras, en el seno familiar tampoco porque es el santo de tu padre y hay que “celebrarlo”.

Al sábado siguiente fuimos también a la sierra, a hacerte una pequeña visita en un día bastante caluroso. Habían limpiado el terreno y aproveché para sentarme un poco allí. No hago nada, no digo nada, sólo intento fundirme contigo y el paisaje.

Pareciera que San Juan es la salida de un maratón de verano que termina en septiembre o al menos esto ha ocurrido los últimos años.

Ya hemos empezado tu madre y yo a recordar tu viaje a Ávila, la estancia hospitalaria y como no, aquellos días en Córdoba. ¿Cómo aquél que ingresó en la UCI saludándonos y con una sonrisa para tranquilizarnos pudo morir al día siguiente? Aquellos recuerdos íntimos sólo nos pertenecen a los tres.

Ayer fue el tercer aniversario de la partida de Jon Andoni y ahí siguen como pueden los suyos. Cada uno hacemos lo que podemos porque no nos queda otra: te levantas, trabajas, haces recados, paseas, ves una película, lees un libro,... , la vida sigue.

Esto debe ser la “resignación” aunque en mi caso es acompañada muchas veces por la incredulidad, me digo: “no puede ser, no puede ser, ¿cómo es posible que Jon no esté?”. ¿Les ocurrirá lo mismo? Supongo que sí aunque no lo digan. Yo tampoco lo hago a no ser por estas letras o cuando lo comparto con tu madre.

Un beso muy grande a mi “gemelo” y a Jon Andoni.
 
P.D."Tus límites". Óleo sobre cartón, 2004

lunes, 17 de junio de 2013

Un rayo de luz en la tormenta



17 de junio, tres años, nueve meses

Hoy me encuentro tan abrumada que me es muy complicado escribirte sin estar contaminada por los múltiples frentes que tengo abiertos.

Lo curioso es que aunque esté pensando en ellos por detrás estás tú presente siempre y de vez cuando vienes a primer plano con toda intensidad.

Como bien dice tu madre todo el mundo tiene problemas pero hay problemas y problemas y situaciones y situaciones.

Claro que hay que seguir para delante pero cuando empiezan a acumularse las cosas es difícil no dar pasos atrás o recaídas.

Te echamos de menos en todo y también de forma egoísta cuando pensamos que podrías ayudarnos si estuvieras con nosotros; aunque si no hubiese pasado aquello, gran parte de nuestro problema desaparecería.

Y en medio de toda esta tormenta, nos ha llegado un rayo de alegría, una carta-paquete que nos ha enviado Roger con los programas sobre la Virgen del Rocío en los Ángeles en la que te mencionan ya que eres una de las dos personas a la que han dedicado la misa este año, una medalla de la Virgen y una carta que nos ha emocionado mucho a todos.

Roger me pidió unas palabras para incluir en el programa y se las envié como pude, corriendo y a última hora, ya que coincidió con la estancia de tu padre en el hospital y no tenía tiempo para nada pero si me piden algo para mi hermano ¿cómo no hacerlo?.

Pongo aquí el enlace a la noticia sobre la romería http://www.rocio.com/index.php?contenido=4657

Gracias a todas esas personas que tanto te quieren y a ti, que te granjeaste tanto amor por todo el mundo.

P.D. Imagen de la medalla que hemos recibido.

domingo, 2 de junio de 2013

Opinar



Decir tu opinión es respetable aunque no siempre es algo prudente o acertado.

Todo el mundo tendemos a observar, interpretar y sacar conclusiones sobre lo que nos rodea y en muchos casos lo hacemos sobre las personas y luego damos consejos que pueden ser no sólo malinterpretados sino totalmente erróneos.

Esto ocurre, en general, sobre cualquier cosa pero cuando el tema es importante e incluso vital para la persona que recibe esa opinión hay que tener mucho cuidado.

Opinamos sobre todo, sí, pero desde luego si tú mismo no has sufrido una experiencia determinada tu opinión es respetable pero normalmente no es válida.

Yo he aprendido a callar ante opiniones y sugerencias porque enfrascarse en una discusión es normalmente una pérdida de tiempo que usualmente conlleva más dolor aún que el producido por el “consejo” recibido. ¿Cómo pueden ponerse en tu lugar?, ¿cómo se atreven a opinar sobre cómo debes vivir tu vida?

Cuando realmente me sincero es con personas que hayan pasado por una experiencia similar porque usualmente sus ideas suelen aproximarse bastante a las mías y sus opiniones, a veces, me aportan una nueva forma de ver las cosas que sí tienen sentido para mí y me confortan.

Esas personas suponen un remanso de paz y confianza en la soledad en la que muchas veces vivo.

Te echo muchísimo de menos hermano.

sábado, 18 de mayo de 2013

Enfermedad

17 de mayo de 2013, 3 años, 8 meses

Andamos inmersos en una especie de tour con tu padre que nos lleva de un médico a otro. Aunque al final la causa es la misma, unas arterias en mal estado, que pueden afectar a diferentes partes del cuerpo.

Se ha ido haciendo diferentes pruebas y al final ha tenido ya que pasar por el quirófano, no ha habido otra.

Y en todo este jaleo, tú te haces más presente. Por un lado, recuerdas que para tí no hubo posibilidad de lucha, nada, sólo una muerte inesperada que aún no comprendes. Y sí, confieso que existe un sentimiento de coraje por realizar una serie de pasos a los que no tuviste acceso.

Ya llevamos una semana aquí en el hospital en el que estuviste un mes haciéndote pruebas. Pocos se acuerdan de ello o al menos no te lo dicen pero te aseguro que nosotros nos acordamos a diario y yo, personalmente, deseo salir de aquí con todas mis fuerzas.

A tu padre le han hecho en una clínica un cateterismo que se complicó con un infarto posterior y que llevó a un nuevo cateterismo ya en el hospital.

Dicen que no hay que decirlo pero algo de mala suerte tenemos porque algo que sólo iba a llevar un día de ingreso se ha convertido en una semana de preocupación, recuerdos y dolor.

Además, no puedo evitar pensar que ahora llega lo "normal", no que tú me dejaras tan pronto y en estos momentos ya no estés conmigo, con nosotros. ¿Quién hubiese pensado esto?,  ¡deberías estar a mi lado! Vaya desastre, la rabia me consume.

Un beso muy grande hermanito.

miércoles, 17 de abril de 2013

No soy la misma persona

17 de abril, 3 años, 7 meses

Jon, acabo de volver al sitio del que me fui cuando aprobé las oposiciones.

Hace cuatro años, poco antes de tu muerte, tome posesión como funcionaria y me desplazaron a la otra punta de Sevilla. Nuevo sitio, nueva gente, nuevo trabajo después de tanto años en la misma empresa en el mismo proyecto.

Aquello era un cambio tremendo para mí como supongo lo hubiese sido para cualquiera. Y sin siquiera acostumbrarme al nuevo entorno comenzó el principio del fin, hospitales, pruebas, muerte.

Me sentí muy sola al no tener a mi lado a quienes me habían acompañado día a día en el trabajo y que eran mis amigos y siempre deseé irme de aquel edificio que relacionaba con tu muerte pero nunca supe cuánto hasta que volví a entrar por el pasillo central de éste.

Estaba feliz y aún así pensé que aquella que se fue triste por dejar a los amigos pero alegre por un nuevo comienzo no era la misma que volvía. Ahora era alguien conviviendo con la pérdida de su hermano y con muchos problemas alrededor.

Todos me dicen que tengo suerte de haber dejado la empresa y ser funcionaria pero aunque no lo digo en silencio pienso que no la tengo y que lo daría todo por volver atrás. Como dicen de todo se aprende en la vida pero yo no quisiera haber aprendido esta lección.

Un beso muy grande hermanito.

P.D. Acuarela

domingo, 17 de marzo de 2013

Recuerdos

17 de marzo, 3 años, 6 meses

He recibido una solicitud de amistad en Facebook y al ver su nombre y apellidos pensé ¿Roger?, ¿un amigo de Jon en San Francisco? Miré un poco y viendo sus datos confirmé mis sospechas. Era él. Solicitó también ser amigo de Aitor y veo que Miren también lo es ya de él.

 Le confirmé y le dije que no se si lo sabía pero que ya no estabas en este mundo desde septiembre de 2009. Me dijo que lo sabía porque te había buscado en la red y se lo había encontrado.

Al final de aquel caluroso verano del 92 partiste a la aventura americana y yo te visité dos veces, al año siguiente y después en septiembre del 94 junto a Miren.

En la primera visita aún no estabas muy asentado y vivías en una pequeña habitación en un hotel. En la segunda ya te habías “independizado” y vivías sólo en un pequeño apartamento en California St. que tenía salón-dormitorio y cocina todo en uno. Nos dejaste la cama a Miren y a mí mientras tú dormías en casa de un amigo.

Por la ventana podíamos ver el famoso tranvía (cable car) circulando por una de las dos líneas que tiene la ciudad. Ésta en concreto llevaba al puerto.

No me cabe ninguna duda, como a nadie que te conozca, que disfrutarías bastante de Facebook, Twitter y demás. Allí, en tu apartamento, en aquella época, ya habías empezado a relacionarte con las muy recientes “redes sociales” aunque entonces no se conocía siquiera ese concepto. Te habían regalado un pequeño Mac y a través de él empezaste a comunicarte y a inventar historias (uno de tus pasatiempos favoritos) vía Internet. Disfrutabas como un enano.

Ya estabas muy relacionado aunque la mayoría de tus amigos eran al igual que tú, extranjeros allí: españoles, franceses, coreanos, amigos estadounidenses muy pocos. Fruto de todo ello era tu próxima mudanza planificada a la que se convirtió tu casa el resto de tu estancia allí.

Habíais alquilado entre cinco una preciosa y grande casa victoriana y la estabais pintando por dentro. Nos la enseñaste a Miren y a mí y tengo un recuerdo global de ella aunque lo que mejor recuerdo es que te dejaron la habitación más grande por eso de que eras pintor. Estaba en el piso primero y era idéntica al salón de la casa con un amplio mirador e incluía como una pequeña habitación adosada sin puertas en la que ibas a colocar tu cama y tu ropa. Todo un lujo comparada a tu miniapartamento.

Una casa multicultural con dos francesas, Pascale y Calou, dos españoles, Alberto y tú, y un nicaragüense, Roger. A todos ellos los conocimos allí y de todos ellos sabía menos de Roger que ahora se ha puesto en contacto con nosotros.

Un beso muy grande Jontxu.

P.D. Jon con Pascale y Sandrine en Madrid.

domingo, 17 de febrero de 2013

Frustración

17 de febrero, tres años, cinco meses

El dolor por lo que se pudo hacer y no se hizo, aunque no sea culpa nuestra, nos acompañará siempre. Siempre habrá duda sobre lo sucedido. ¿Quién puede apaciguar la sensación de que algo se te pudo escapar?

Es algo irreparable, no hay vuelta atrás, no hay posibilidad de rectificación. Todo fue tan rápido que no hubo tiempo ni para pedir un milagro.

Estos días pienso de nuevo en ello. Supongo que es lógico porque el visitar a alguien enfermo al hospital y al que realizan pruebas que ahora conozco y de las que antes de aquel verano sabía poco, me trae todo al presente.

Hemos visto la película 31, antepenúltima (junio 2009), y ahí estás con Pruden, Mila y Pepi. Realizas una tertulia bastante larga, os gusta mucho hablar, sobre los cursos de pintura y la exposición de alumnos de forma que al final la clase de pintura (una marina) se reduce a un cuarto de hora en el que pintas con ligereza.

Mientras que veo como hablas con ellos, intento ver en tu aspecto algo que me diga que estabas enfermo y no me daba cuenta, pero a excepción de parecer cansado no veo nada en ti que me lo indique. Ni siquiera tosías.

Siempre te vemos de pie frente al cuadro y normalmente tu lado izquierdo pero allí estabas sentado de forma que podía ver tu lado derecho, la cicatriz en tu brazo y tus “chanclas”. Sí, “tus chanclas”, vaya tontería fijarse en ellas, ¿por qué es eso tan importante para mí? Porque fueron aquellas chanclas de las que estabas tan satisfecho las que te acompañaron durante tu estancia hospitalaria y tu viaje a Córdoba.

Las tiré con rabia de madrugada al día siguiente de tu entierro junto algunas cosas de las que llevaste a Córdoba. Fui con mi hermano a Córdoba a hacer una prueba y ¿con qué regrese?

Te quiero muchísimo.

P.D. Esta acuarela me acompañó bajo un forro en la carpeta del instituto y de la universidad. Ahora está colgada en mi salón. Tenías 16 años al hacerla.

jueves, 17 de enero de 2013

Vuelta a la normalidad

17 de enero, tres años, cuatro meses

Por fin terminamos con los días de fiesta y hemos vuelto a la rutina, si es que se puede decir que en nuestras vidas hay algo rutinario.

Despedimos las fiestas con un breve paseo para ver la cabalgata del pueblo y a las niñas de Begoña en ella. Esperamos un rato el comienzo del recorrido mientras ellas disfrutaban su momento haciendo de pajes de los Reyes con muchas fotos inmortalizando el momento y los demás contentos viéndolas a ellas.

La casualidad quiso que el año pasado viéramos parada la cabalgata antes de comenzar y comprobamos que de nuevo era la que hiciste. Este año era la primera vez que la íbamos a ver en movimiento desde lo tuyo y pudimos comprobar cómo se habían reutilizado algunos elementos de la tuya, una bola por allí, unos cuernos por allá,…

Mientras pasaba y veíamos el jaleo de niños (y no tan niños) alrededor cogiendo caramelos, me di cuenta que yo no estaba sonriendo como hubiese sido lo habitual en mí sino que estaba seria. Me giré, observé a tu madre y ella estaba cansada y triste.

Al día siguiente recibimos nuestros regalos y por fin esto se acabó.

Hay quien te recomienda seguir con tu vida como si tal cosa pero resulta complejo y casi imposible controlar la mente, ¿cómo se hace eso?

Un beso muy grande hermanito y cuida de nosotros.

P.D. Monotipo dragón y acuarela.

miércoles, 2 de enero de 2013

Pasando días como se puede

Cuartas Navidades sin tí, tres años y tres meses desde que te fuiste.

Este es un periodo convulso en nuestras vidas, intentamos hacer lo normal y a veces lo logramos pero entre día y día festivo hay altibajos continuos.

Como siempre comenzó con mi ahora extraño cumpleaños. ¿Puedo cumplir años sin tenerte parejo? Paraste tu vida y la mía continúa y no sólo yo tengo problemas con ello, tu madre también, me relaciona contigo y aunque no me lo diga veo que no lo lleva nada bien. Este día se ha convertido en algo que hay que pasar de alguna forma y en nuestro caso ahora salimos a comer. Este año, además, he tenido la suerte de caer enferma y al final nos quedamos sin salida.

A partir de ahí, unos días de estrés emocional bastante fuertes hasta llegar a la Nochebuena que ha sido lo más agradable de estos días. Estuvimos con la tía y los primos en su casa y además de comer estupendamente, estuvimos relajados charlando. También estuviste con nosotros a tu manera y yo que estaba sentada frente a tus cuadros pensaba: “bueno, aquí estás con nosotros”.

Luego hemos seguido con nuestros días regulares hasta llegar a Nochevieja que se nos ha dado bastante peor. Ahora nos queda esperar la última gran fiesta, los Reyes, que tanto han significado para nosotros con cabalgatas realizadas por ti algún año que otro y con regalos buscados con mucho ahínco. Ahora me cuesta mucho pensar en ellos y de hecho voy retrasada este año.

Antes de comenzar el periodo ya lo pensé: ¡ojalá pudiera una quedarse dormida y despertar el día 7!

Un beso muy grande Jontxu.

P.D. Acrílico sobre lienzo, 1987