Andamos inmersos en una especie de tour con tu padre que nos lleva de un médico a otro. Aunque al final la causa es la misma, unas arterias en mal estado, que pueden afectar a diferentes partes del cuerpo.
Se ha ido haciendo diferentes pruebas y al final ha tenido ya que pasar por el quirófano, no ha habido otra.
Y en todo este jaleo, tú te haces más presente. Por un lado, recuerdas que para tí no hubo posibilidad de lucha, nada, sólo una muerte inesperada que aún no comprendes. Y sí, confieso que existe un sentimiento de coraje por realizar una serie de pasos a los que no tuviste acceso.
Ya llevamos una semana aquí en el hospital en el que estuviste un mes haciéndote pruebas. Pocos se acuerdan de ello o al menos no te lo dicen pero te aseguro que nosotros nos acordamos a diario y yo, personalmente, deseo salir de aquí con todas mis fuerzas.
A tu padre le han hecho en una clínica un cateterismo que se complicó con un infarto posterior y que llevó a un nuevo cateterismo ya en el hospital.
Dicen que no hay que decirlo pero algo de mala suerte tenemos porque algo que sólo iba a llevar un día de ingreso se ha convertido en una semana de preocupación, recuerdos y dolor.
Además, no puedo evitar pensar que ahora llega lo "normal", no que tú me dejaras tan pronto y en estos momentos ya no estés conmigo, con nosotros. ¿Quién hubiese pensado esto?, ¡deberías estar a mi lado! Vaya desastre, la rabia me consume.
Un beso muy grande hermanito.