lunes, 17 de junio de 2013

Un rayo de luz en la tormenta



17 de junio, tres años, nueve meses

Hoy me encuentro tan abrumada que me es muy complicado escribirte sin estar contaminada por los múltiples frentes que tengo abiertos.

Lo curioso es que aunque esté pensando en ellos por detrás estás tú presente siempre y de vez cuando vienes a primer plano con toda intensidad.

Como bien dice tu madre todo el mundo tiene problemas pero hay problemas y problemas y situaciones y situaciones.

Claro que hay que seguir para delante pero cuando empiezan a acumularse las cosas es difícil no dar pasos atrás o recaídas.

Te echamos de menos en todo y también de forma egoísta cuando pensamos que podrías ayudarnos si estuvieras con nosotros; aunque si no hubiese pasado aquello, gran parte de nuestro problema desaparecería.

Y en medio de toda esta tormenta, nos ha llegado un rayo de alegría, una carta-paquete que nos ha enviado Roger con los programas sobre la Virgen del Rocío en los Ángeles en la que te mencionan ya que eres una de las dos personas a la que han dedicado la misa este año, una medalla de la Virgen y una carta que nos ha emocionado mucho a todos.

Roger me pidió unas palabras para incluir en el programa y se las envié como pude, corriendo y a última hora, ya que coincidió con la estancia de tu padre en el hospital y no tenía tiempo para nada pero si me piden algo para mi hermano ¿cómo no hacerlo?.

Pongo aquí el enlace a la noticia sobre la romería http://www.rocio.com/index.php?contenido=4657

Gracias a todas esas personas que tanto te quieren y a ti, que te granjeaste tanto amor por todo el mundo.

P.D. Imagen de la medalla que hemos recibido.

domingo, 2 de junio de 2013

Opinar



Decir tu opinión es respetable aunque no siempre es algo prudente o acertado.

Todo el mundo tendemos a observar, interpretar y sacar conclusiones sobre lo que nos rodea y en muchos casos lo hacemos sobre las personas y luego damos consejos que pueden ser no sólo malinterpretados sino totalmente erróneos.

Esto ocurre, en general, sobre cualquier cosa pero cuando el tema es importante e incluso vital para la persona que recibe esa opinión hay que tener mucho cuidado.

Opinamos sobre todo, sí, pero desde luego si tú mismo no has sufrido una experiencia determinada tu opinión es respetable pero normalmente no es válida.

Yo he aprendido a callar ante opiniones y sugerencias porque enfrascarse en una discusión es normalmente una pérdida de tiempo que usualmente conlleva más dolor aún que el producido por el “consejo” recibido. ¿Cómo pueden ponerse en tu lugar?, ¿cómo se atreven a opinar sobre cómo debes vivir tu vida?

Cuando realmente me sincero es con personas que hayan pasado por una experiencia similar porque usualmente sus ideas suelen aproximarse bastante a las mías y sus opiniones, a veces, me aportan una nueva forma de ver las cosas que sí tienen sentido para mí y me confortan.

Esas personas suponen un remanso de paz y confianza en la soledad en la que muchas veces vivo.

Te echo muchísimo de menos hermano.