Te escribo para que veas que no me olvido de tí, simplemente hablo contigo y de tí pero ando con poco ánimo para escribir. Hay que pararse y tener una tranquilidad que me cuesta mucho alcanzar.
Seguimos en un periodo
regular por la situación de tu padre y hemos estado liados
acondicionando la casa para él.
Durante este tiempo hemos
pasado por lo que debería haber sido un hito importante pero que ha
pasado totalmente desapercibido: las bodas de oro de tus padres.
Sin tí, ya hace tiempo
que tu madre decidió que no quería celebración alguna, ¿cómo
podía hacerla sin uno de sus hijos?, pero habíamos decidos hacer un viaje
en estas fechas. Llegado el 14 de octubre nos hemos encontrado sin tí
y con tu padre sin poder viajar, al menos por el momento, así que ya
hemos pasado ese día tan especial sin pena ni gloria.
¡Qué distinto a la
celebración de los 25 años de casados! Tuvimos fiesta y comida en
“El Tejar”, a la que asistió también tu abuelo. De aquella foto
de grupo ya no está el abuelo, cómo es lógico, pero tampoco tu tío
Andrés, ni tu tío Crisanto ni tú.
Te esforzaste mucho aquel
día e incluso preparaste una tarjeta-invitación para la ocasión
con un dibujo tuyo de nuestra casa en “El Tejar” que entregaste a
todos los asistentes como recuerdo y nos leíste un texto que habías
preparado:
Antes de aquello, a los
diez años de casados, la celebración fue bien distinta. En “Los
Pinos”, alrededor de la mesa redonda del comedor, concelebramos una
misa con los compadres (bueno aún no lo eran) que ofició nuestro vecino en Villarrasa, Don
Manuel, el cura. Nuestro hermano Aitor no existía por aquel entonces
ni la casa del “Tejar” que construyeron nuestros padres cuando ya
no tuvimos la de “Los Pinos.
A pesar de mi mala memoria
tengo grabada en mi memoria la imagen de todos nosotros alrededor de
aquella mesa. Después, como es lógico en nosotros, habría una
comida pero de eso confieso que ya no me acuerdo.
Ahora todo es bien
distinto para nosotros pero al menos el viaje creo que podremos
hacerlo cuando tu padre mejore porque sólo lo hemos postergado.
Tu madre me pidió que
hiciera una tarjeta para nosotros en recuerdo a la que tú hiciste
pero me he sentido incapaz y muy triste como para poder hacerla.
Un beso mi querido
hermano.