Acaba
de llamar mi amiga Isabel. Como dice ella, se acerca la fecha de Jon
(17 de septiembre) y como siempre le diremos la misa, siete años ya.
Me dijo también que Isa, su amiga e hija de Isabel, todos los días dice recordarlo. Igual nos pasa a nosotros.
Yo
sí entiendo a la madre que dice: “Nadie puede sentir lo que yo
siento si no ha perdido a un hijo. Dí que lo recuerdas pero no que
está en un lugar mejor, no está aquí conmigo. Que no está
sufriendo, ¿por qué tenía que sufrir?”
Me
dicen, “¿ya te sientes mejor? El tiempo lo cura todo." No es verdad.
También
que lo tuve muchos años, ¿qué año escogerías para que se muera
tu hijo?
No
me digas que soy fuerte, que Dios nunca nos envía más de lo que
podemos aguantar. Sólo dí que lo sientes.
Muchas
personas no sabemos que decir en los pésames. Yo siempre decía “lo
siento”. Sin embargo, ahora me callo y la miro, creo que así nos comprendemos
mejor.
Gracias
a todos los alumnos y amigos que tantas alegrías me habéis dado
porque cuando hablamos de él, él está presente.
Isabel
me dijo una frase significativa: “ tu Jon era el sostén de tu casa"
y yo no lo sabía. Es cierto, si quitas una pata a la silla cae,
todas las patas son necesarias.
¡Jon
te necesitamos!
Ama