Vives día a día y no te das cuenta pero durante estos días pasados en Marbella, me paré a pensar en nosotros y lo cierto es que se me vino todo encima.
Tanto física como psíquicamente hemos cambiado y no para mejor.
Si pudieras vernos ahora, o más bien, visitarnos físicamente, creo que te sería difícil reconocernos. Han pasado dos años y medio pero parecen muchos más.
Tu padre físicamente ha dado un bajón y el remedio es hacer algo de ejercicio según el médico para bombear más sangre al cerebro pero la desidia puede con él. Dice que para qué y yo le digo que para andar y pensar mejor y estar más fuerte. Además ha cambiado su comportamiento y está muy nervioso.
Tu hermano sigue adelante como puede pero se ha encerrado mucho en sí mismo. Creo que te necesita mucho pero no suele expresarlo.
Tu madre también ha dado un bajón y a veces anda absorta en sus pensamientos. Pienso que el accidente ha sido en parte por tu culpa o más bien por tu falta además de su preocupación por los demás. Esa tarde en concreto iba andando muy decaída y pensando en sus cosas. El tropezón ha sido un reflejo de ello.
¿Y yo? Es difícil autoexaminarse pero si sé que a veces me faltan fuerzas (en esto coincido con mi amiga que perdió a su hermana), otras voy en mi mundo y no sigo en parte de las conversaciones (me doy cuenta cuando me hablan y no puedo contestar adecuadamente) y estoy muy sensible pudiéndome afectar mucho cualquier cosa, además de los sentimientos de dolor y rabia que aún me acompañan.
Al menos tenemos que creer que tú vives en una sitio mejor hermano.
Un beso muy grande Jontxu.
P.D.Echale una manita a tu madre que está pasando unos días muy malos con el hombro.
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