A veces entre hermanos o hermanas, entre padre e hijo o madre e hija hay un tono muy similar de voz. Es una de las cosas que también se heredan.
Eso ocurre entre Aitor y tú, sobre todo por teléfono que distorsiona algo la voz. De siempre, alguna vez que otra me ha ocurrido que os he confundido con vuestra voz escuchada de lejos o por teléfono cuando sólo había escuchado una palabra aunque tu voz suena algo más grave que la de él.
Ayer recibí una llamada en el móvil por la mañana. Contesté y al otro lado del hilo empecé a escuchar palabras sin comprender lo que significaban, porque te prometo que durante instantes que parecieron horas creí que eras tú y mientras se me aceleraba el corazón volvia a mi la razón y pensé "no puede ser" y dije: "¿Aitor?, ¿estás resfriado?" y me dijo que no, pero que tenía algo la nariz tapada. Ese pequeño detalle cambió algo su voz.
Ha sido una experiencia muy extraña, que me dejó descolocada un buen rato.
Un beso Jontxu.
P.D. Aquí estamos delante del viejo Fiesta en la carretera de "El Tejar". Por aquel entonces pasaban pocos coches por allí y podíamos hacerla con tranquilidad.