miércoles, 30 de marzo de 2011

Tu voz



A veces entre hermanos o hermanas, entre padre e hijo o madre e hija hay un tono muy similar de voz. Es una de las cosas que también se heredan.


Eso ocurre entre Aitor y tú, sobre todo por teléfono que distorsiona algo la voz. De siempre, alguna vez que otra me ha ocurrido que os he confundido con vuestra voz escuchada de lejos o por teléfono cuando sólo había escuchado una palabra aunque tu voz suena algo más grave que la de él.


Ayer recibí una llamada en el móvil por la mañana. Contesté y al otro lado del hilo empecé a escuchar palabras sin comprender lo que significaban, porque te prometo que durante instantes que parecieron horas creí que eras tú y mientras se me aceleraba el corazón volvia a mi la razón y pensé "no puede ser" y dije: "¿Aitor?, ¿estás resfriado?" y me dijo que no, pero que tenía algo la nariz tapada. Ese pequeño detalle cambió algo su voz.


Ha sido una experiencia muy extraña, que me dejó descolocada un buen rato.


Un beso Jontxu.

P.D. Aquí estamos delante del viejo Fiesta en la carretera de "El Tejar". Por aquel entonces pasaban pocos coches por allí y podíamos hacerla con tranquilidad.

jueves, 24 de marzo de 2011

Recomponiéndose

Ya pasó una “celebración” más y aunque queramos recuperar la normalidad, estábamos deseando que pasara. Salimos afuera para cambiar de alguna forma el día pero creo que aunque lo pasamos medianamente bien fue peor que si lo hubiésemos hecho como siempre.

Después de pasado el día llega el agotamiento, siempre es igual. Se la causa pero no se cómo evitarlo porque tu subconsciente trabaja aunque tu no quieras.

Ahora nos llega un periodo de cierta tranquilidad porque en unos meses no hay nada a la vista (menos mal) y tenemos propósito de realizar distintas actividades.

Yo al menos uniré a la clase de pintura un curso de idiomas e intentaré seguir relacionándome. Lo hago ya aunque a veces me cuesta bastante porque te ves a un ritmo diferente y fuera de lugar y muchas veces incomprendida.

Jon, ¿cómo explicar a quien no le ha pasado que has perdido a aquel que siempre estuvo ahí formando parte de ti? De vez en cuando, en tus disertaciones, decías que acabaríamos viviendo juntos de viejos. ¿Dónde ha quedado eso ahora?

Un beso muy grande hermano

jueves, 17 de marzo de 2011

¿La vida sigue?


17 de marzo, año y medio

Eso es lo que intentamos, seguir la vida, aunque tiene que ser de otra manera puesto que tenemos que adaptarnos a que nos acompañas siempre de otra forma.

Este diecisiete se encuentra en medio de dos celebraciones familiares (10 y 19). Por un lado, hemos celebrado el cumpleaños de tu hermano recuperando el comedor para hacer nuestras comidas familiares excepcionales. Dejamos de hacerlo con tu pérdida pero hemos intentado por todos regularizar un poco nuestras vidas.

Un sitio menos en la mesa pero con un sitio preferente para ti porque además de tenerte presente, tenemos tu autorretrato acompañándonos allí desde que finalizó la exposición. Tan cerca estás, que podemos “tocarte” mientras comemos.

Por otro lado, pasado mañana será San José, el santo de nuestra madre y el mío. Este domingo anduvimos de nuevo con presagio de "nubarrones grises" para ese día pero ahora parece que se ha "despejado" un poco el panorama e intentaremos pasarlo lo mejor posible.

Tu madre, sobreponiéndose a su pena, me ha hecho un "regalo" de gran valor sentimental para ambas que te incluye a tí. (Ezkerrik asko amatxu, sé cuánto te ha costado hacerlo)

Ya veremos como sale la cosa. Qué extraño es pensar en que ésto es definitivo, sin vuelta atrás y convivir con ello.

Un beso muy grande Jon y gracias por este precioso regalo enviado a través de nuestra madre.

P.D. De este autorretrato sólo tenemos la foto. ¿Dónde está el original Jon?

domingo, 13 de marzo de 2011

Mi hermano


Texto de Aitor en el catálogo:

Me han dicho que escriba unas palabras sobre mi hermano y yo me pregunto cómo se puede describir a alguien con unas palabras: su forma de mirar, su forma de hablar, su forma de vivir o sentir.

He sido tu ayudante, tu transportista, tu mano de obra barata. Aún recuerdo nuestras idas y venidas con Justine para hacerle fotos por las marismas del Odiel. ¡No sé cómo no nos paró nadie porque parecía que lleváramos un cuerpo!

Tú has sido mi hermano mayor, el que me ha protegido y cuidado, mi soporte y mi amigo. Ya no estás y no te puedo hablar ni mirar pero sí tengo esa extraña sensación de que estás cerca. Yo te digo, hasta pronto.

Aitor

jueves, 10 de marzo de 2011

Aitor



Aunque nuestros padres siempre quisieron tener más hijos, éstos no llegaban pero de repente un día (sobre los 9 años) nos llamaron para decirnos algo: "pronto tendréis un hermanito o hermanita". Para nosotros fue igual que para ellos, una enorme pero agradable sorpresa.

Nuestra infancia había transcurrido sin celos ni rivalidades al llevarnos tan poca diferencia. Hubo disputas y riñas, claro, pero nunca hubo sensación de ser ni la mayor ni el pequeño, eramos iguales en todo y andábamos parejos. Ahora por la edad que teníamos ya no veíamos ningún rival en ese futuro bebé sino que sentíamos mucha alegría y estábamos dispuestos a ser sus hermanos mayores protegiéndolo y cuidándolo tal y cual nos dijeron nuestros padres.

Durante los meses siguientes esperamos a ese pequeño ser elucubrando sobre el sexo, tú decías: "quiero que sea un niño" y yo "pues yo quiero una niña pero será un niño" (más que nada por si diciéndolo ocurría lo que contrario). Y tal día como hoy, 10 de marzo Aitor llegó a este mundo. Fue nuestra mayor alegría.

Empezamos a ejercer de hermanos mayores con él, le dimos de comer, lo paseamos, jugábamos con él, nos quedábamos con él hasta que se durmiese contándole cuentos, lo llevaste a la guardería en la bici gemela a la mía, ... Y así ha seguido siendo hasta ahora porque un hermano mayor lo es para siempre.

Ahora tú debes cuidarnos a ambos desde donde estés y yo lo haré desde aquí. Ambos te echamos mucho de menos.

Feliz cumpleaños Aitor.

P.D Jon con Aitor en el bautizo de éste en la puerta de la iglesia de Villarrasa.

domingo, 6 de marzo de 2011

Tu legado


Mi escrito en el catálogo de la exposición:

Organizar esta exposición ha supuesto trabajo, una gran labor de investigación y búsqueda entre tus múltiples cosas, revisión de toda tu obra, alguna restauración, preparación del catálogo, y todo ello intentando que tú te sientas orgulloso de lo que al final hayamos conseguido y te veas reflejado en las diferentes etapas de tu obra.

Pero tu herencia no es sólo artística para mí sino también de la persona que es mi hermano. Soy la depositaria de todo lo que conformó lo que somos y de todo aquello que compartimos y que incluyó travesuras sólo nuestras, viajes instantáneos a cualquier lugar del planeta simplemente tirándonos a una en el sofá de casa, siestas no dormidas devorando tebeos, contemplar las nubes del cielo desde una cama hecha con ramas de eucaliptos, paseos en bicicleta por el campo que incluían correrías por los trigales, un desván lleno de tesoros como un cine de cartón con películas en papel de seda, sopas de leche con colacao para desayunar,...

Ahora, después de un año de tu partida, sé que nunca dejarás de estar conmigo y tendré siempre tu mirada pícara y cariñosa, tus charlas interminables, tus bromas, todas las anécdotas que contabas encandilando a tu público, tu sonrisa, tu amabilidad, tu preocupación por el prójimo, pero también tu mirada y tu boca de disgusto, tus ratos silenciosos, tu semblante de cansancio, de preocupación, tus enfados.

No dudo que llegado el momento de mi partida, estarás conmigo y luego, luego ya se verá.

Mi amigo, mi compañero, mi hermano, te quiere muchísimo Jhosebe.

miércoles, 2 de marzo de 2011

La búsqueda de una respuesta imposible


Una vez ocurrido un hecho tan trascendental en tu vida como ha sido tu muerte hay múltiples sentimientos que se te vienen encima. Algunos son racionales y otros no tanto.

Hoy en día, gracias a Internet (o por desgracia) puedes empezar a buscar descripciones del duelo, unirte a foros de personas que han perdido a alguien, libros sobre lo que nos espera después.

Aunque cada persona es un mundo, los hermanos, y sobre todo si somos de edad similar al que nos ha dejado, sentimos una pérdida de nosotros mismos, como si ya no fuéramos lo que éramos y nos hubiesen arrancado una parte de nosotros mismos. Además nos acompaña una estupefacción por lo que ha ocurrido ya que aunque hemos pensado que llegado el momento nos tocará perder a nuestros padres, jamás te has planteado perder a tu hermano. No es “ley de vida”.

Luego esta el replanteamiento que te haces sobre como es ahora esa vida contigo y si hay algo después, un momento de reencuentro. Llega el momento de leer libros y buscar opiniones que a nuestra menta analítica le cuesta aceptar.

Hay quien se aparta de la religión con rabia y quien se vuelca en ella con esperanza. Yo misma pasé por lo primero durante meses pero luego he intentado recobrar algo de fe aunque suponga un posible “autoengaño”.

Este fin de semana he ido a ver la última de Clint Eastwood “Más allá de la vida” con tu madre. La película narra experiencias de personas con la muerte y muestra un posible futuro. Me sentí identificada con el niño y me emocionó su búsqueda pero, en general, a nosotras nos aportó poco porque ya habíamos leído sobre el tema.¿Qué esperábamos sacar de allí?

Mi hermanito, aunque sé que ahora somos dos en uno, ¿te volveré a ver una vez cruzado el umbral?

P.D. Aquí estamos en el recodo de arriba de la casa de los abuelos en Elantxobe.