El sábado 14 tuvimos tu misa acompañados por familia y
amigos. Las horas previas fueron muy tristes y llenas de tensión
pensando en ti, en lo ocurrido, en la tarde que nos esperaba,...
Fue un poco surrealista con la hermandad de la Virgen de
los Dolores haciendo un triduo y el cura cambiando nuestros apellidos
cada vez que te nombraba que hizo que incluso me saliera la risa. Lo
principal fue que estuvimos todos juntos y que ya pasó.
Al finalizar la misa formando un pequeño grupo en la
misma iglesia y leí el texto sobre “las libélulas”. También
Mila llevó unas palabras que te había escrito y que transcribo a
continuación.
Jon,
sé que desde el cielo nos estarás escuchando. Quiero que sepas que
tener tu enseñanza y amistad fue una de las mejoras cosas que me han
sucedido.
Contigo,
en tus clases, pasé gratos momentos que nunca se borrarán de mi
memoria y cuando me enfrento a un lienzo en blanco acudo a tí.
Siempre
estarás con nosotros.
Mila
Terminada la misa pasamos un rato agradable hablando y
recordando anécdotas tuyas. Estuvo bien ese momento después de lo
pasado previamente.
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