jueves, 3 de septiembre de 2015

Sueños



Como todo el mundo, muchas veces sueño y no recuerdo, pero otras tengo sueños tan vívidos y agradables en el duermevela que los disfruto y no quiero que acaben nunca. Me agarro a las sabanas y deseo no despertarme.

Normalmente esos sueños están relacionados contigo, estamos de viaje o en casa, solos o en grupo, pero yo me lo paso muy bien porque en ese espacio podemos estar juntos y eso es lo principal. Algunas veces soy consciente en el sueño de que estás muerto y de que estoy viviendo un sueño, un anhelo, pero me digo a mi misma, está muerto pero en el aquí y ahora, no importa, está conmigo.

Uno de los últimos sueños fue especial, de repente nos vimos y tú te alegraste mucho de verme, estábamos juntos realmente y me di cuenta de que eso era posible porque yo también había muerto. Sentí una felicidad inmensa porque ese encuentro fuera posible. Estaba al otro lado y, a pesar de mis dudas sobre la otra vida, podía estar allí contigo. No sentí temor, sólo alegría.

En ese momento, me vino una idea a la cabeza, ¿cómo se habrán quedado en casa con esta nueva muerte? Tú lo arreglaste rápidamente y con voz muy alegre dejaste un breve mensaje en el contestador de casa: 
 
    “Ya está aquí conmigo”
 
Así podían saber que todo estaba bien y que no había que preocuparse por nosotros, estábamos juntos de nuevo.

Un beso muy grande hermanito.

P.D. Sin título. Óleo sobre cartón. 65 x 50

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