jueves, 30 de septiembre de 2010

El cabo de San Vicente


Ya se me acabaron las vacaciones, quince días repartidos entre una semana antes del 17 y una semana después. La primera me hacía falta para tener el apoyo y apoyar a los nuestros en esas fechas que tantos recuerdos nos han traído. La segunda para descansar.

Aunque había decidido antes de tomarlas que haríamos una escapada de al menos dos o tres días en la segunda, llegado el momento, el cansancio era tal que no queríamos hacer nada, sobre todo yo, pero tu madre me animó y con cierta tozudez por su parte durante tres días me persiguió para que buscara hotel.

Mi idea en agosto era ir a hacer turismo por Cáceres y alrededores pero tu madre quería algo más tranquilo y al final hemos ido al Algarve. Hemos estado en Albufeira bastante relajadas, contemplando el mar y dando paseos. Además estaba todo muy tranquilo porque ya no hay animación veraniega y había poca gente.

El día de nuestra vuelta decidimos ir a conocer el cabo de San Vicente, así que tomamos la carretera de la costa para conocer un poco el paisaje de la zona mientras llegábamos. Nos ha gustado mucho el cabo con ese paisaje impresionante y hemos recordado que en el verano del 2008 tú también estabas por allí con unos amigos en tu furgoneta cargada de trastos.

In situ hemos reconocido algunos de los regalos que trajiste como una piedra con una especie de trilobites incrustado que le regalaste a Aitor. Lo pasamos bien ese día y estuviste junto a nosotras todo el tiempo. Compramos también alguna cosa y nos volvimos.

Este lunes al volver a Sevilla he ido a mi nevera a colocar el imán que compré con el cabo de San Vicente y al ver los otros que tengo, he visto el faro que me trajiste de allí. Estás por todas partes y en mis imanes también. Siempre me traías alguno de recuerdo y para ti en realidad eran nuestra colección privada y te hacía ilusión verla.

Un beso muy grande de tu hermana.

P.D. No he encontrado fotos tuyas de ese día pero aquí va una mía realizada con tu cámara de fotos.

viernes, 24 de septiembre de 2010

Y llegó la calma

El pasado sábado, día 18, fuimos a hacerte una "visita" en el día en que nos despedimos de tu cuerpo definitivamente.

Tomamos la carretera de la sierra y llegamos al sitio. Estuvimos sentadas durante horas en la placita que hay antes de tomar el camino hasta el lugar en que descansas. Hablamos, rezamos y estuvimos en silencio. Estuve contemplando también esas nubes, con esas formas, que tan mágicas nos parecían. Me vino bien el ligero viento que hacía porque así cambiaban continuamente su dibujo.

Luego tomamos el sendero y llegamos a la encina. Toqué la tierra intentando que a través de ella llegaras más a mí. Estuvimos allí un rato y regresamos. Lo cierto es que el viaje sirvió para calmarnos y relajarnos.

Ahora, después de la vorágine vivida mientras estos días rememorábamos nuestro viacrucis particular, ha llegado la calma, pero acompañada de derrota y agotamiento.

Un masajito de tu hermana.

P.D. Jon y Salma en el verano del 2007.

domingo, 19 de septiembre de 2010

Jon, Jon, Jon


Ya pasó la misa y ha sido muy diferente a la del año pasado. El año pasado el dolor era más agudo y en parte estabas como en otro mundo. Este año la pena es más profunda y más consciente.

Cada vez que ha pronunciado tu nombre el cura (y lo ha hecho muchas veces) ha sido como una puñalada en mi corazón. Decía Jon y mi mente traducía, está muerto, esta es una misa de difuntos.

Te quiero muchísimo, Jhosebe.

P.D. También he recibido alegrías como amigas nuestras a las que no veía desde hace años y que no se enteraron el año pasado de tu muerte y han venido éste a estar con nosotros. En la foto, en la piscina de Almonaster, en un viaje que hicimos a la sierra, tú a la izquierda y una de ellas a la derecha.

viernes, 17 de septiembre de 2010

El aniversario

17 de septiembre, un año

Parece mentira pero ya ha pasado un año. Estos últimos días han sido horribles. Tu madre y yo no hemos hecho más que recordar los días en Córdoba contigo, hora a hora, minuto a minuto. Si se pudiera volver atrás ¿qué habríamos cambiado? Nos lamentamos por decisiones tomadas en un instante cuando seguramente otras diferentes también hubieran sido lamentadas ahora.

Ayer eran las tantas y ahí estábamos viendo un poco la tele, a ver si nos entraba sueño. En realidad dormimos peor que el año pasado en el que no teníamos ni idea de lo que nos esperaba. Tanto ahora como entonces estamos cansadas pero el cansancio es distinto. El del año pasado era fruto de los días de hospital y de noches mal dormidas. El de este año es difícil de explicar: ¿cómo se puede estar tan cansado sin hacer esfuerzo físico?. Estos días han sido ya el colmo. Yo diría que nos hemos arrastrado por la vida. A mí me han acompañado también dolores de cabeza toda la semana que incluso me han tenido alguna noche sin dormir.

Dentro de unas horas estaremos en tu misa. "Tu misa", lo digo y me sigue pareciendo increíble. Aunque siempre estás con nosotros, espero que este sea un momento de encuentro con amigos y familia.

Un beso muy grande Jon de tu hermana.

lunes, 13 de septiembre de 2010

Un viaje de tres días

Tal día como hoy nos fuimos a las tres y media de la tarde hacia Córdoba tú, tu madre y yo, para realizar una biopsia que por fin diera una respuesta y, por tanto, comenzar un tratamiento.

Debía ser un viaje de 3 días para el que llevamos ropa cómoda y que te permitiría regresar por fin a casa a esperar una respuesta. El primero para ingresar, el segundo la operación y a las 24 o 48 horas salir con los pulmones limpios al menos temporalmente. La única preocupación tuya era el miedo a la anestesia general.

En vez de eso, el viaje se convirtió en uno de cinco días y en el que de repente, de forma totalmente imprevista, al cuarto día, ocurrió lo que ni siquiera había pasado por nuestra mente y en vez de regresar los tres, al día siguiente regresamos cuatro más uno que ya existía en otra forma.

Siempre estás con nosotros y estos días revivo momento a momento lo ocurrido, risas y llantos. Te quiero mucho Jontxu, tu hermana.

miércoles, 8 de septiembre de 2010

Dolor, tristeza y rabia

¡Vaya tela! Ojalá pudiese dormir y despertar el 19 porque el 18 también fue y será muy doloroso para mí.

Todo se está removiendo, me siento impotente, con mucho dolor y con mucha rabia. ¿Cómo volver atrás y arreglar ésto?

sábado, 4 de septiembre de 2010

Acortaron tu vida

Ya llevamos unos días simplemente a la espera. La última prueba (endoscopia del esófago y el estómago) salió también negativa.

A la vuelta de las vacaciones te cambiaron a tu última doctora y empezó a aligerar papeles para mandarte a Córdoba. Ya tenemos fecha para el traslado, el 13, y para la toracoscopia, el 14. La vida ya tiene decidido tu destino y viene directo a por tí.

El malestar después del primer tac con contraste lo achacaron a un cólico nefrítico. Con el segundo realizado dos semanas después ya se te encharcaron casi completamente los pulmones. Como no hay cirujano torácico no pueden a continuación hacerte la biopsia y de camino aliviarte los pulmones del encharcamiento que han provocado.

Te iban a mandar a casa a esperar el traslado a Córdoba pero ahora no se puede hacer. En vez de eso, hay que intentar aliviar los pulmones con diuréticos y otros medicamentos.

Esperamos las dos semanas y te dieron la puntilla con la biopsia en unos pulmones que ya debían estar muy mal aunque tú parecieses estar bien.

¿Cuánto hubieses vivido sin todo eso? Nadie puede saberlo pero lo que si sabemos ahora es que tu destino ya estaba sellado y que con toda seguridad lo hubieses pasado mal. Doy gracias por el resultado de la biopsia porque si hubiese sido otra cosa me hubiese vuelto loca.

Aún así recuerdo con una sonrisa los quince días hasta tu traslado. Fueron en parte aburridos como en cualquier hospital pero también dieron para hablar, compartir, recibir amigos con sus consabidas tertulias y darte todo lo que quisiste (masajes, comidas y demás) para aliviar un poco la desesperación de tantos días. Bueno, todo no, no conseguiste convencerme para comprar una caravana...
¡Qué inocentes estábamos!
Un masajito de tu hermana.