sábado, 4 de septiembre de 2010

Acortaron tu vida

Ya llevamos unos días simplemente a la espera. La última prueba (endoscopia del esófago y el estómago) salió también negativa.

A la vuelta de las vacaciones te cambiaron a tu última doctora y empezó a aligerar papeles para mandarte a Córdoba. Ya tenemos fecha para el traslado, el 13, y para la toracoscopia, el 14. La vida ya tiene decidido tu destino y viene directo a por tí.

El malestar después del primer tac con contraste lo achacaron a un cólico nefrítico. Con el segundo realizado dos semanas después ya se te encharcaron casi completamente los pulmones. Como no hay cirujano torácico no pueden a continuación hacerte la biopsia y de camino aliviarte los pulmones del encharcamiento que han provocado.

Te iban a mandar a casa a esperar el traslado a Córdoba pero ahora no se puede hacer. En vez de eso, hay que intentar aliviar los pulmones con diuréticos y otros medicamentos.

Esperamos las dos semanas y te dieron la puntilla con la biopsia en unos pulmones que ya debían estar muy mal aunque tú parecieses estar bien.

¿Cuánto hubieses vivido sin todo eso? Nadie puede saberlo pero lo que si sabemos ahora es que tu destino ya estaba sellado y que con toda seguridad lo hubieses pasado mal. Doy gracias por el resultado de la biopsia porque si hubiese sido otra cosa me hubiese vuelto loca.

Aún así recuerdo con una sonrisa los quince días hasta tu traslado. Fueron en parte aburridos como en cualquier hospital pero también dieron para hablar, compartir, recibir amigos con sus consabidas tertulias y darte todo lo que quisiste (masajes, comidas y demás) para aliviar un poco la desesperación de tantos días. Bueno, todo no, no conseguiste convencerme para comprar una caravana...
¡Qué inocentes estábamos!
Un masajito de tu hermana.

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