17 de septiembre, un año
Parece mentira pero ya ha pasado un año. Estos últimos días han sido horribles. Tu madre y yo no hemos hecho más que recordar los días en Córdoba contigo, hora a hora, minuto a minuto. Si se pudiera volver atrás ¿qué habríamos cambiado? Nos lamentamos por decisiones tomadas en un instante cuando seguramente otras diferentes también hubieran sido lamentadas ahora.
Ayer eran las tantas y ahí estábamos viendo un poco la tele, a ver si nos entraba sueño. En realidad dormimos peor que el año pasado en el que no teníamos ni idea de lo que nos esperaba. Tanto ahora como entonces estamos cansadas pero el cansancio es distinto. El del año pasado era fruto de los días de hospital y de noches mal dormidas. El de este año es difícil de explicar: ¿cómo se puede estar tan cansado sin hacer esfuerzo físico?. Estos días han sido ya el colmo. Yo diría que nos hemos arrastrado por la vida. A mí me han acompañado también dolores de cabeza toda la semana que incluso me han tenido alguna noche sin dormir.
Dentro de unas horas estaremos en tu misa. "Tu misa", lo digo y me sigue pareciendo increíble. Aunque siempre estás con nosotros, espero que este sea un momento de encuentro con amigos y familia.
Un beso muy grande Jon de tu hermana.
viernes, 17 de septiembre de 2010
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