La casa, como tú bien describiste, fue construida por nuestro abuelo Pepe cuando tu padre aún no había nacido y la usamos en fines de semana y vacaciones durante varios años. Partíamos desde Villarrasa con el Mini cargado de comida y ropa hasta llegar allí. Eso sí, siempre había una parada en el camino para la que se mareaba en las curvas, o sea, yo.
Tenía dos habitaciones, un amplio salón comedor y la cocina. El cuarto de aseo estaba separado del resto y además hacía funciones de leñera y horno para el pan. No había agua corriente y la electricidad aún andaba a 125 aunque sólo se usó para la luz hasta que tu padre trajo un televisor portatil comprado en Valverde a su primo. Originalmente se usaron lamparas de carburo para iluminar y una de ellas aún la conservamos.
Para el baño nuestra madre llenaba en la cocina un barreño grande de cinc con agua caliente en la que nos metíamos uno tras otro. El agua se acarreaba desde el pozo que se encontraba en la parte baja de la parcela.
En la casa en invierno hacía un frío de mil demonios que acarreó más de un catarro a nuestra madre en vacaciones. Los niños lo ven todo de otra perspectiva y ni frío teníamos. La causa principal del frío era la inexistencia de un falso techo. Lo había sobre las dos habitaciones, el resto era espacio abierto.
Nosotros dormíamos en una de las habitaciones y tus padres en otra. Había dos enormes camas de hierro con colchones de lana y un armario empotrado que como tu dijiste crujía bastante en el silencio de la noche y que daba un poquito de miedo. Allí compartíamos habitación mientras que en Villarrasa no y eso nos permitía hablar hasta dormir. Además cuando también andaban con nosotros los primos compartíamos las camas.
A veces nos tendíamos en la cama de matrimonio del otro cuarto junto a nuestro padre, uno a cada lado, y él aprovechaba para contarnos cuentos como el de Garbancito "que estaba en la barriga del buey donde no llueve ni moja" o historias noveladas sobre distintos personajes de Los Pinos.
Allí celebraron nuestros padres su décimo aniversario de boda en una ceremonia íntima que consistió en una misa alrededor de la mesa del salón oficiada por nuestro "vecino" en Villarrasa, Don Manuel Cepeda, y con la asistencia de los que casi todos son ahora compadres de nuestros padres.
Un beso muy grande Jontxu.
P.D. Ahí estamos en un rincón de la casa detrás de la puerta que daba acceso a la cocina, yo en el corralito y tú en el cochecito. En la otra tú por aquella época.
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