lunes, 13 de junio de 2011

Los Pinos II "El doblao"










El falso techo de la casa servía de mágico desván o doblao ya que sobre él había una acumulación de trastos de diferentes épocas. Desde revistas a T.B.O.s (sí, tebeos antiguos de más de 30 años a los que nos aficionamos irremediablemente y donde aparecían Carpanta, 13 rue del Percebe, Zipi y Zape, la familia Cebolleta, el Capitán Trueno, ...) , pasando por pinturas del tío José María realizadas cuando pasaba temporadas allí, una cuna de hierro y lo mejor de todo, un cine de cartón junto a una lata de las antiguas de Colacao llena de películas en papel de seda.

Elegías una película (que podía estar dividida en varias partes), con mucho cuidado la enganchabas y mediante la luz de una bombilla sobre una cámara oscura reflejabas la imagen. El movimiento se conseguía girando una manivela. El cine fue parte de la infancia de nuestro padre y sus hermanos y entonces formó parte importante de la nuestra.

Nosotros nunca subimos allí arriba. Lo hacía nuestro padre mediante una escalera que colocaba para ello y no sabíamos a priori que nuevo tesoro nos traería.

Un día bajó la cuna. Tu madre esperaba su nuevo hijo y ella se encargó de restaurarla para cuando llegara. Aitor sólo pudo usarla una sóla vez, en la Semana Santa posterior a su nacimiento, ya que entonces el abuelo vendió la casa de forma inesperada.

Uno de los días posteriores a la Semana Santa nuestro padre nos sentó en los escalones que separaban el patio de la casa de Villarrasa del del colegio y nos contó lo sucedido. No supimos cuando nos fuimos que era la última vez que iríamos allí y fue el primer gran disgusto de nuestra corta vida.

Derribaron la casa poco después porque los que la habían comprado lo hicieron para ampliar la suya que estaba al lado.

Aún hoy, más de 30 años después, cuando pasamos por la carretera que atraviesa Los Pinos, miramos hacia arriba en busca de la casa y sólo podemos contemplar la que aún queda del mismo estilo de los vecinos del otro lado.

Últimamente me apetece entrar por el camino que nos permitía acceder a la casa y ver lo que nos rodeaba por detrás aunque no se lo he dicho a nadie.


Jon, te quiero mucho.


P.D. Una foto del cine y alguna de esas películas. Ahora en Internet podemos encontrar incluso la historia de estos cines. El nuestro es de los modelos antiguos

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