jueves, 22 de abril de 2010

El regreso



Por fin hemos vuelto al lugar en que dejamos tus cenizas. Por una cosa u otra, incluido un invierno muy lluvioso y que teníamos que estar preparados, no lo habíamos hecho hasta ahora.

Llevamos unos días fatal y he aprovechado el día de feria de abril para coger un par de días más y tener unas pequeñas vacaciones para hacer lo que nos apeteciera.

Tu madre y yo habíamos decidido no esperar más e ir a la sierra uno de estos días y se lo dijimos a tu padre y a tu hermano por si querían venir, sin presión, cada uno que haga lo que pueda y le pida el cuerpo. No vamos todos al mismo ritmo en este duro camino.

Hoy amaneció lloviendo de nuevo pero paró y al final nos hemos decidido a ir y así, como quien no quiere la cosa, lo hemos hecho los cuatro.

Hemos paseado hasta el lugar en que te dejamos y de repente allí estábamos, los cinco juntos, apenas sin hablar, cada uno con sus sentimientos e ideas. En realidad habrá que creer que siempre estás con nosotros pero al menos en "cuerpo" y alma es la primera vez que lo hemos estado desde ese día de Córdoba.

Allí te hemos dejado, sólo, pero rodeado de ese paraje maravilloso con una primavera en todo su esplendor.

Un beso muy fuerte de tu hermana.


1 comentario:

  1. " ....y allí te hemos dejado sólo, pero rodeado de ese paraje maravilloso........".

    ¿No crees que en realidad a los que estamos del "lado de acá" de la existencia, también, en el fondo "estamos sólos, pero rodeados de personas y cosas extraordinarias......." ?. Tan sólo necesitamos tomar conciencia de eso y vivir aprovechando lo que tenemos y lo que nos rodea. Estoy segura de que si pudiera hacerlo, Jon, te enviaria ese MENSAJE DE VIDA.

    Un beso, Rosario

    ResponderEliminar