Jon, dirás que porqué eso de "Profesor Reciclador", me explico.
Te gustaba un montón reciclar cosas, de hecho tienes muebles antiguos de los que encontrabas frente a los contenedores que la gente tira para cambiarlos por otros modernos. Tú los cogías, los tratabas y así quedaban salvados de la ignorancia del hombre.
En nuestros teatros del grupo "La Piña" aparecerían de vez en cuando alguna de aquellas mesas, que transportábamos con mucho cuidado como tú querías. Precisamente en casa tenemos una para sostener el televisor de la salita que parece de los tiempos antiguos con sus labrados y pintada en verde.
Son tantos los recuerdos que siempre cuando veo algo susceptible de tus reciclajes te siento dentro de mí.
Sin ir más lejos, en el balcón de tu casa tenías un armarito precioso para arreglar. Pensé que ya no tenía quién lo salvara y con lágrimas en los ojos lo dejé al lado del contenedor para que otro reciclador lo arreglara. Ya no tenía el suyo y con suerte otro lo cogería y lo trataría con mimo y cariño porque como Dios lo ha hecho así, estamos sus trocitos, unos mejores (como los artistas) y otros se pierden por el camino (como el que lo tiró).
Gracias a Dios que hizo en tí mostrar su belleza.
Gracias Dios, gracias Jon. Ama.
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