Recuerdo cuando llegábamos a la clase con paneles de puertas y armarios (nos tenía bien enseñados). Él mismo tiene varios cuadros hechos sobre puertas.
Cuando veía algo bueno de lejos, se acercaba para confirmar e incluso traía paneles para nosotros. Parecía la posguerra y tan acostumbrados nos tenía (decía que eran buenas maderas, mejores que las compradas) que hoy cuando venía de andar de vuelta a casa, he visto un escritorio de madera junto a la pared e inmmediatamente he pensado en él y enseguida he dicho, ¡ya no está!
Sentí vergüenza de mi misma, iba a pasar de largo, sin mirar, pero sentí que se lo debía a él y me acerqué y miré. Era un escritorio moderno como los del Ikea con sus cajones y sobre todo con sus paneles. ¡Cuántos cuadros hubieran salido de allí! Continúe con pena hacia casa diciendo ¡Ay, mi Jon!
Tu alumna - madre.
P.D. Pulpera rescatada por Jon en Punta Umbría.
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