No se si esa es la palabra exacta que define esa sensación, también podía ser aburrimiento o calma.
Tu madre hace referencia a todo lo que le recuerda a tí pero entre ello también está tu ausencia siempre presente.
Eras tan activo, hablador y con tus peculiaridades que notamos esa falta de tí. Podías entrar en cualquier momento por algo o a dejar algo, decir unas palabras e irte casi si darte tiempo a decirte algo, sentarte (o tenderte en el sofá) a ver tus programas preferidos sobre todo el canal Decasa. Tu imagen sigue ahí presente.
Siempre me ha fastidiado que fueses algo impuntual y ahora echo de menos el tener que llamarte para recordarte una hora, como, por ejemplo, para venir a comer un día especial como era tu Santo. Rara vez no había que esperarte.
También está tu charla continua. Como buen orador podías hablar de todo y sin límites. A veces cuando cogías carrerilla incluso me agotabas. Nunca te cansabas de hablar. ¿Y ahora quién nos cuenta mil y una historias?
Además teníamos tus múltiples planes. Tu inquietud de artista te impedía estar quieto. Podías llegar con cualquier idea o algo que habías comprado y te había gustado y nos traías de regalo.
Todo ese movimiento lo hemos perdido.
Un masajito y besos Jon.
P.D. Foto tomada por Jon durante nuestra vacaciones por el Canal du Midi (Francia)
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