He leido que aquellos que creen que pueden recibir señales de sus seres queridos las reciben continuamente pero esos otros que no creen aunque las reciban jamás las identificarán.
¿Y a qué viene ésto? A lo que nos sucedió el otro día.
Estábamos viendo uno de tus programas de televisión, en concreto, en el explicas como pintar un paisaje nevado (el de la foto) y para ello partes de dos fotografías para fundirlas en un nuevo paisaje inventado. Es uno de esos días en los que se te ve muy alegre y sin ganas de soltar la pintura hasta terminarla y, por ello, la duración del programa se alarga.
Mientras lo veíamos, igual que otras veces, comentamos algún detalle, nos reimos con alguna tontería tuya y, claro, a veces nos vamos por otros derroteros relacionados contigo.
En fin, que a medias del programa comenta tu madre, no recuerdo sus palabras exactas, que ella no es tan cuadriculada como yo y yo le respondo que efectivamente para mí está siendo una limitación el no haber podido solucionar las cosas (como si eso hubiera estado alguna vez en mis manos) y siento culpabilidad y justo acabo mi frase y tú entras en la conversación: "yo trato de no culpabilizarme nunca, si me equivoco, me equivoco y ya está".
Tu madre y yo nos miramos sorprendidas porque el efecto conseguido fue de una conversación entre los tres con la opinión de cada uno.
¿Coincidencia? No lo sé, pero lo cierto es que te introdujiste entre nosotras en el instante preciso.
Un beso muy grande hermano.
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