miércoles, 17 de febrero de 2010

No quiero aceptar lo ocurrido


17 de febrero, 5 meses.

Creo que tengo un gran problema. Hace 5 meses desde que te fuiste mi querido hermano y no quiero aceptarlo. La vida no me parece real. Siento que debo despertar en cualquier momento y descubrir que no te has ido. ¿Te volveré a ver? Y si lo hago ¿cuánto tengo que esperar para hacerlo? Quisiera tener la certeza de que esto ocurrirá pero nadie puede dármela.

Mi subconsciente me sigue engañando y muchas veces me vienen ideas en las que sigues vivo hasta que me paro a pensar que ya no lo estás. ¿Cuánto tiempo necesito para dejar de tener este dolor tan grande?

Ayer comprando en el hipermercado junto a tu hermano, pasé al lado de un muñequito para caramelos pez con la cabeza de C3PO y pensé “voy a comprarlo para Jon” y luego me dije “¿estás loca? ¿a dónde se lo vas a llevar?” y pasé de largo pero cinco pasos más para delante, con lagrimas en los ojos, pensé “lo compro, para mí y para mi hermano”. Cuando éramos pequeños tuvimos un Donald y un Pluto y los caramelos siempre nos lo repartíamos, uno para ti, otro para mí. Cuando llegué a casa comimos caramelos pez como en nuestra infancia tu madre, tu hermano y yo y espero que nos vieras.

Esta anécdota me recordó el retrato y el texto que pusiste en la exposición de la familia.

Mi hermana

Me he de llevar conmigo piñonates inmensos, trenes de lata oliendo a sardinas, botijos pequeños con agua de anís.

Me he de llevar conmigo nuestras primeras linternas, el armario crujiente que llenaba solito noches de terror.

Me he de llevar conmigo el Club de los Cinco, la casa del reloj, a Flipper.

Me he de llevar conmigo coquitos para merendar, tu Nancy, mi Mercedes.

Me he de llevar conmigo la escuela inundada y a Cleo que como toda tortuga murió sola.

Me he de llevar conmigo el rincón de Juan, el tiro pichón, el algodón de azúcar y a Manolito que te pretendía. Sobre todo hermana, aunque me he de llevar conmigo todos esos recuerdos más los caramelos pez, llevo conmigo tu cariño, tu amor, tu belleza de ángel prendida de inocencia y el saberte compañera de tantos pio-pio a las cinco de la tarde.

Te quiero

© Jon Castizo Ciluaga


Y yo a ti Jon. Todos esos recuerdos, vistos con la mirada de un niño, ahora sólo permanecen en mí.

1 comentario:

  1. Querida Jhoseve:
    Sigo aquí leyendote, es un regalo que compartas con nosotros tus "momentos" de nostalgia, dolor o vacio. Concretamente, este me ha llegado especialmente sobre todo la dedicatoria que tu hermano te hace; has sido muy afortunada compartiendo esos momentos con tu hermano,imagino que los guardarás para siempre en tu corazón y te acompañaran siempre, los sentimientos no mueren y quedan por siempre aunque las personas desaparezcan. Eso es lo que debes mantener vivo LOS SENTIMIENTOS COMPARTIDOS, incluso los negativos, porque todos forman parte de tu vida con él.
    Un beso. Rosario.

    ResponderEliminar