domingo, 8 de agosto de 2010

El retorno de Yoda

¿Puede ser que apareciera Yoda? Pues vino.

Estaba en la cama a la siete de la mañana y de pronto escucho un maullido desgarrador (como si fuera una persona). Bajé las escaleras y en la mitad de la escalera (no había encendido la luz con las prisas) vi algo subiendo con aquellos quejidos. Me dio un poco de miedo, no podía ser mi Yoda con los maullidos tan bajitos que tenía pero me fijo bien y me pareció él. Me quedé asombrada y asustada.

Por fin, me decidí a cogerlo y era huesos y pellejo, con unos ojos negros brillantes (azabache como los del burrito Platero) cuando él los tiene azules como el agua como todos los siameses.

El gato no comió nada (creo) mientras estuvo fuera porque el estómago lo trajo bien. Bebía muchísimo y comía su comida como lo más normal y aquí lo tenemos como si tal cosa y vienen las preguntas, ¿dónde estuvo?. No lo sabemos, si pudiéramos entrar en su mente…

Estuvimos por todos los rincones de los alrededores y nada. ¿Tiene esto explicación? Va y aparece a los veinte días.

En fin, nunca sabremos la explicación pero lo tenemos y estamos muy contentos de nuevo con él. Lo que hace falta es que no lo vuelva a hacer. Ya es la segunda vez que desaparece, la primera cuando nos mudamos de casas y la segunda cuando le ha salido de los bigotes ¿? Esperemos que haya escarmentado.

Jon, se llevan trotando y jugando los dos por la casa y yo pendiente de los dos. Por si no tenía bastante con uno, ahora dos pero estamos muy contentos, el uno como un camama (el abuelo) y el chico saltando, lamiéndole y dándole bocaditos en las orejas.

Un abrazo junto a mis dos elementos. Agur, mi Jon.

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