Allá por el 92, poco antes de finalizar la Expo, te fuiste a San Francisco. Los dos años anteriores habías realizado exposiciones y de lo vendido quedaron cuadros en casa, entre ellos algunos de gran tamaño y difíciles de colocar en una casa normal.
Antes del verano del 93 tuve mi casa propia y seré la única persona que antes que muebles tuvo cuadros porque seleccione algunos y me los llevé, entre ellos algún paisaje y una acuarela en la que simulas un mármol.
Además tengo ahora, cómo no, la acuarela del hospital.
En el dormitorio tengo cuatro de los carteles que diseñaste enmarcados, incluido en el que me usaste de modelo y en otro cuarto el tapiz que me dibujaste para que yo hiciera y me regalaste por Reyes. Cuando me acuesto siempre echo una última mirada a los carteles.
En tu primera visita desde San Francisco fuiste a la casa que no conocías y te gustó mucho. Cuando viste tus cuadros, aunque me dijiste, claro está, que qué cara tenía, estabas encantando y me dijiste que vale pero que el que simulaba el mármol era tuyo y que ya lo pedirías cuando quisieras. Yo te dije que sí, que era tuyo, pero ahí ha continuado todos estos años junto al resto. Yo ya sabía que nunca te lo llevarías pero ahora eso será ya algo imposible.
Un beso muy grande, Jontxu.
P.D. Marmoración. Por cierto Jon, no te gustó que alguno de los cuadros estuviese puesto tan alto y he bajado alguno ahora. Ya sabes, más vale tarde que nunca...
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