lunes, 29 de noviembre de 2010

A cien por hora


Ahora mismo me da igual cualquier cosa excepto tú, tu exposición y nuestra familia. Mi mente no es capaz de pensar en nada más.

Ando como una loca con los últimos preparativos, ilusionada pero también muy triste. Tu madre dice que esto es como un nuevo funeral. Organizamos y trabajamos pero siempre está presente la razón por la que lo estamos haciendo.

Ya han recogido los cuadros a exponer y los que vinieron a hacerlo también eran amigos tuyos. Tu madre siempre quiere charlar con cualquiera de tí, es un pequeño consuelo para ella, y aprovechó para hablar con ellos. Uno hasta dijo que recordaba cuando dijiste en la Diputación que si querían para algo un trozo de hierro que había por allí y te dijeron que no, que podías llevártelo. De allí nació "El caminante".

Este fin de semana, tu madre y yo hemos organizado un poco la casa para las posibles visitas y recogido alguna ropa tuya que dejamos y de nuevo hemos tenido un tira y afloja.

Yo quiero usar alguna vez las sudaderas tuyas que le dije que no diera porque te las habías puesto mucho y a mí me parece que me acercan a tí y ella por esa misma razón no quiere verlas. En fin, por ahora, ha ganado ella y las sudaderas han ido a la parte de arriba del armario.

Necesito parar un poco porque aún quedan dos semanas para empezar a montar...

Un beso muy grande Jon.

P.D. Jon en el jardín japonés dentro del Golden Gate Park en San Francisco

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