Hola Jon, el jueves pasado me dijeron en el trabajo que este fin de semana podía nevar porque las condiciones climatológicas eran favorables. Ya sabes, nunca hemos visto nevar en Huelva y Sevilla y nuestros padres siempre recuerdan la nevada del 54. Lo primero que dije fue, “si es verdad, cosa que dudo, mi hermano Jon se lo va a perder” (ahora siempre me vienes a la mente).
Viernes y sábado nevaba en el centro y norte peninsular pero nosotros aunque teníamos frío, nada. El domingo esperábamos que subiera la temperatura porque se esperaba lluvia pero no, a pesar de ella había 4 o 5 grados en la calle.
Como todos los días, dimos una vuelta para despejarnos a pesar del frío y esta vez fuimos a la casa de campo sólo a recoger unas cosas porque hacía mucho frío para quedarse.
Cuando nos aproximábamos y viendo el termómetro del coche, comenté que con esa temperatura me había nevado en Bilbao y al ir llegando a la casa bajó hasta los 2 grados y ¡sorpresa!, primero caían copos de nieve mezclados con agua pero justo en nuestra casa empezó a nevar y estuvo un rato haciéndolo.
Tu madre me riñó por no llevar la cámara de fotos (siempre me dice que debo llevarla) pero te aseguro que ha quedado grabada en nuestra retina la imagen de nuestra casa bajo los copos de nieve.
Fue un momento muy especial para nosotros, tu madre, Aitor y yo, y me acordé de ti diciendo lo mucho que te hubiese gustado verlo y tu madre me contestó firme, lo está viendo.
Viernes y sábado nevaba en el centro y norte peninsular pero nosotros aunque teníamos frío, nada. El domingo esperábamos que subiera la temperatura porque se esperaba lluvia pero no, a pesar de ella había 4 o 5 grados en la calle.
Como todos los días, dimos una vuelta para despejarnos a pesar del frío y esta vez fuimos a la casa de campo sólo a recoger unas cosas porque hacía mucho frío para quedarse.
Cuando nos aproximábamos y viendo el termómetro del coche, comenté que con esa temperatura me había nevado en Bilbao y al ir llegando a la casa bajó hasta los 2 grados y ¡sorpresa!, primero caían copos de nieve mezclados con agua pero justo en nuestra casa empezó a nevar y estuvo un rato haciéndolo.
Tu madre me riñó por no llevar la cámara de fotos (siempre me dice que debo llevarla) pero te aseguro que ha quedado grabada en nuestra retina la imagen de nuestra casa bajo los copos de nieve.
Fue un momento muy especial para nosotros, tu madre, Aitor y yo, y me acordé de ti diciendo lo mucho que te hubiese gustado verlo y tu madre me contestó firme, lo está viendo.
Eso espero Jon.
P.D. Evidentemente no tenemos foto para esta entrada y ayer cuando leí este texto a tu madre me dijo que aquello fue un regalo que tú nos diste. La verdad es que llegamos justo en el momento preciso para verlo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario