Hablando en la cocina de mi hermana con mi sobrina Miren, estuvimos comentando las cosas de ellos cuando eran pequeños en Valverde.
La casa a la que ibamos estaba en "Los Pinos", era de mis suegros, sencilla y acogedora como otras muchas en lo alto de un monte (creo que se llamaba "los Cristos") cerca del Rincón de Juan al que nos permitíamos ir de paseo, un cafelito para las madres y los columpios para los niños con sus bocadillos preparados en casa (antes no había ni tanto dinero ni tantas facilidades).
A Begotxu no había quién la bajara del columpio con su falda al aire y sus piernas como aspas de molino. Los otros se cambiaban los unos con los otros y era todo tan inocente y lleno de candor que no importaba el frío que se pasaba.
Jon me diría: "¿A qué viene hablar de eso ahora?" Porque las cosas las veo de distinta forma, te siento como eras antes, tan trasto, tan guapo, tan simpático. Nunca te gustó el futbol como a los chavales de tu edad pero tenías otros medios para entrenerte. Siempre llevabas el tirachinas contigo y caían las libélulas para las que no tenías piedad y los renacuajos y ranas de las charcas que luego volvías a echar al charco.
Tengo tantos recuerdos ¡hijo!, que me va a faltar vida para recordarte y sentirte a mi lado. Has crecido y vivido hasta los 42 años con lo que eso supone para nosotros. Ahora vives de un una forma superior y se han cambiado las tornas, antes por tí y ahora por mí, ¡qué misterios guarda la vida!
Agur mi niñito guapo. Agur neure ume politxe. Ama.
P.D. En la foto con mi madre estamos mis primos Iñigo a la derecha, Begoña, Sonia y Aitor a la izquierda, Jon arriba en el centro y yo la que cuelga. En la otra estamos mis primos Iñigo y Aitor, Begoña y Sonia, Jon y yo. Miren ¿tú dónde estabas ese día? ¿Y Crisanto? Mi hermano Aitor aún no estaba por este mundo.
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