sábado, 28 de noviembre de 2009

Performance Black Face, agosto 2005, Punta Umbria


Esta performance la hizo en la inauguración de su exposición individual en Punta Umbria. Incluyo además del texto que leyó en ella, una foto realizada durante la performance.


Las historias de James, de Zaire, Baruk, de Mali, Michael, de Camerún, Guerra, de Guinea, o Mass, de Senegal, son calcadas. Con una sonrisa muy africana de resignación describen viajes que ponen los pelos de punta a través de Africa. Recorridos que pueden durar desde semanas hasta años, dependiendo del dinero que se transporte. Y la última prueba de fuego: el paso de Marruecos a Melilla ayudados por aduaneros a los que hay que pagar un mínimo de 10.000 pesetas. Y si no les queda dinero, ¿cómo pasan?


"Espera un momento": Mass hace un gesto a Keita, un compañero senegalés, para que muestre al periodista como un aduanero le rompió la boca y los dientes de un culatazo por no tener ni un dirham para sobornarles. Jean Baptiste, un camerunés de 25 años, enseña los terribles surcos en su pierna derecha producidos por el alambre de espino de la frontera: "Yo pasé por mi cuenta; me hice esto, se me infectó y creí que iban a cortármela, pero no pagué. ¿Qué crees, que después de atravesar medio Africa me iba a para un alambre?", relata orgulloso.


Detrás de cada rostro negro suele haber una historia negra, detrás de cada rostro blanco hay al menos una esperanza.
© Jon Castizo Ciluaga

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