viernes, 31 de diciembre de 2010
Escenas de la exposición
martes, 28 de diciembre de 2010
Ya pasaron dos
Al final ese día 24 no abrió la exposición y lo cierto es que pasamos la jornada penando. ¿Es más duro después de un año? No lo sé, supongo que es que la certeza se impone y se te echa encima sabiendo que no aparecerás. Fue un día horrible aunque luego fuimos a cenar con la tía y las primas y pasamos un rato entretenido. Estuvo bien ese momento compartido.
El día 25 amaneció triste y caían algunas gotas de vez en cuando. Encima de nuestro estado anímico tuvimos ese tiempo que deprimía aún más y que con la excepción de una pequeña vuelta a mediodía para que nos diera el aire, nos mantuvo en casa el resto del día.
Cada vez que me sonó el móvil o me mandaron un mensaje me venías a la cabeza deseando que fuese tuyo, ¡qué estupidez!
viernes, 24 de diciembre de 2010
Las figuras de plastilina
lunes, 20 de diciembre de 2010
Lunes 20 de diciembre
Después bajé y me senté al lado de nuestra madre y me la encontré alicaída y triste. Me dijo: "lo tenemos abandonado". La verdad es que me quedé asombrada por esa declaración y le pregunté: "¿dónde? ¿en la exposición?" y me dijo que sí. Le respondí que yo también tenía ese sentimiento sin lógica que desde luego viene del subconsciente.
Es extraño que la dos tuvieramos la misma idea en la cabeza ¿o no?
Hoy será mi segundo cumpleaños sin tí. ¡Qué raro se me hace cumplir años sin tenerte a mi lado de referencia!
viernes, 17 de diciembre de 2010
Tercer día de exposición
Casi coincidiendo con el día de tu despedida hemos inaugurado tu exposición. Todos los días hemos ido a ella y lo cierto es que no nos aburrimos porque además de la gente nos ponemos a ver tu vídeo y el tiempo vuela.
Hoy he ido con la cámara y hemos grabado la exposición. Tu madre se ha colocado delante de sus cuadros para tener el recuerdo aunque la entereza le ha durado poco.
Nuestros sentimientos son contradictorios, orgullo y satisfacción por un lado y derrota y tristeza por otro.
Dicen que los que se encuentran en el "otro lado" pueden ayudar a los de éste; pues ya sabes, todos necesitamos mucha ayuda.
jueves, 16 de diciembre de 2010
En la Plaza de las Monjas
martes, 14 de diciembre de 2010
Las clases de cristal
viernes, 10 de diciembre de 2010
Hermanos
Me imagino perfectamente cuánto estará pasando por su interior, dolor, rabia, preocupación por sus padres, sus hermanos y en este caso sus sobrinos.
Es curioso porque los hermanos nos creemos menos en el dolor porque ahí están nuestros padres que han perdido un hijo y claro, eso no es "natural", no es ley de vida, pero sufrimos, ¡vaya si sufrimos!.
viernes, 3 de diciembre de 2010
¡Ay, Jon!
Aunque algunos siempre estemos hablando de tí y otros nos callemos, esta expresión tan corta pero con tanto significado se escapa de vez en cuando de nuestras bocas.
Estos dos últimos días la he escuchado de boca de tu madre con el matiz de que ella siempre dice "Ay. mi Jon" y de tu hermano. Cuánto dolor se expresa únicamente con esas dos palabras. Te fuiste y tu ausencia no es posible cubrirla. Cubrimos el tiempo todo lo que podemos, trabajando, paseando,... pero siempre está ahí lo ocurrido.
Sabes Jon, cuando estoy en mi casa al atardecer y oigo el motor de un coche aparcando cerca, mi primer pensamiento sigue siendo: "ahí está Jon" y a pesar de que a continuación pienso que no puedes ser tú, algunas veces llego a asomarme a la ventana para asegurarme.
En realidad siempre estás con nosotros pero no en la forma en que quisieramos.
P.D. En el lago Tahoe en un día bastante frío. Jon, tu madre me pidió una copia de esta foto por ser una postura típica tuya.
lunes, 29 de noviembre de 2010
A cien por hora
P.D. Jon en el jardín japonés dentro del Golden Gate Park en San Francisco
miércoles, 24 de noviembre de 2010
"Mis" cuadros
Allá por el 92, poco antes de finalizar la Expo, te fuiste a San Francisco. Los dos años anteriores habías realizado exposiciones y de lo vendido quedaron cuadros en casa, entre ellos algunos de gran tamaño y difíciles de colocar en una casa normal.
Antes del verano del 93 tuve mi casa propia y seré la única persona que antes que muebles tuvo cuadros porque seleccione algunos y me los llevé, entre ellos algún paisaje y una acuarela en la que simulas un mármol.
Además tengo ahora, cómo no, la acuarela del hospital.
En el dormitorio tengo cuatro de los carteles que diseñaste enmarcados, incluido en el que me usaste de modelo y en otro cuarto el tapiz que me dibujaste para que yo hiciera y me regalaste por Reyes. Cuando me acuesto siempre echo una última mirada a los carteles.
En tu primera visita desde San Francisco fuiste a la casa que no conocías y te gustó mucho. Cuando viste tus cuadros, aunque me dijiste, claro está, que qué cara tenía, estabas encantando y me dijiste que vale pero que el que simulaba el mármol era tuyo y que ya lo pedirías cuando quisieras. Yo te dije que sí, que era tuyo, pero ahí ha continuado todos estos años junto al resto. Yo ya sabía que nunca te lo llevarías pero ahora eso será ya algo imposible.
sábado, 20 de noviembre de 2010
Los preparativos
miércoles, 17 de noviembre de 2010
Pasa el tiempo
¡¡Mi Jon!, tener que poner 2010 no sabes cómo me duele. El tiempo pasa inexorablemente y veo con rabia que tú no estás en casa entrando y saliendo. Me digo que sí estás conmigo pero no como quisiera y eso que tenemos el privilegio de tenerte en las películas (un poco gordito como hacen las cámaras).
Ayer por la noche vimos una, la de las flores con las sombras y es maravilloso verte con tus salidas y tu babi ¡todo tú!
¡Jon! Recuerdo mis clase contigo, no puedo remediarlo, se fueron quitando algunas de mi edad y venían los jóvenes. Me costaba mi trabajo y me veía un poco fuera de lugar, ya no era igual que cuando estaba con Pepita Olalla, Duli, Marisa, Rafaela,...
Una de las que siguen de aquellos tiempos es Manoly Miraz. Siempre que ve a la tía Miren le pregunta por nosotros y nos habla de ti y recuerda su exposición que tú le animaste a hacer con un cariño que me llega al alma.
Ahora con las clases de la tele lo voy recordando todo, las gerberas, los claveles, los colores magenta, violeta, blanco, etc, el carboncillo centrado el dibujo en el cuadro. ¡Cuántas cosas tengo para recordarte!, mi niño (como te llamaba Enrique Montenegro)!
Si pudiera tenerte enfrente en la mesa de la cocina o en el comedor... Siempre nos poníamos uno frente al otro.
Ya no te tengo “Mi Amor”, sólo me quedan tus películas, tus cuadros y todas las cosas que eso llevaba, cajas de pinturas, telas, espátulas, la mesa de mármol, el cartel de pintureros (que lo conservo como oro en paño) y muchas otras cosas pero ¿tú, lleno de salud?, tan grande, en mangas de camisa ¿y tú, mi bien?
domingo, 14 de noviembre de 2010
La fiambrera de Valverde
En la salita lo pasamos bomba, entre las alumnas y Jon la juerga estaba asegurada. Se contaron chistes relacionados con el hospital, con sus pinturas y otras cosas pasadas a cada uno de nosotros... y así fue pasando el tiempo. El “enfermo” era el primero en no querer terminar.
Una de las veces le preguntó una alumna de Valverde que si quería que le trajera unas natillas y él le dijo que claro que sí y ella, como tiene esa gracia que Dios le ha dado, al día siguiente como lo más natural se presentó con las natillas.
Las natillas las probamos todos los de casa y estaban riquísimas. La fiambrera sigue en casa y durante este tiempo la he visto habitualmente y hace que me acuerde de ese día tan lleno de alegría y tan lejano en pensar lo que nos había de pasar. Nos teníamos que quedar sin aquel “Profe” lleno de vida y bromas.
Yo todavía no me creo que mi Jon no está entre nosotros con su cara sonriente y metiéndose con todos, pero como cristiana tengo que recuperar la Fe. Después de una vida comulgando hasta eso me está pasando, y espero que Dios me la devuelva, pues como les decía a los alumnos de Confirmación, la Fe no la tenemos, es un regalo de Dios.
Muchas gracias por todo, por regalarnos tu alegría y generosidad. Muchos besos de Jon y míos. A ver cuando te veo y te doy la fiambrera. Adiós valverdeña. Y a tí, Jon, muxu handi bat de tu ama.
miércoles, 10 de noviembre de 2010
Culpables
domingo, 7 de noviembre de 2010
Los tebeos
Las cajas de tebeos las hemos puesto en el armario. Los libros, Jhosebe los está seleccionando y los escritos también. Los que no guardamos, los quemamos detrás y los libros van al reciclaje una vez revisados de forma que todo lo personal lo deja. Uno de ellos de Física y Química con un montón de dibujitos y escritos tuyos y de ella, ha sido indultado por ella. El de Biología lo ha había usado mucho y le tenía mucho cariño (también ha sido indultado) y así con todos.
Los libros tuyos de arte han ido al desván. Aquello parece una exposición tuya, tu hermana sólo vive para ello (intenta tenerte cerca). ¡Pobre ser humano que no puede hacer frente a la “señora Muerte”!
Los maniquís se los dimos al compadre Antonio menos uno que nos recuerda a ti. El coche de la exposición de Punta y El Monte es una joya artística y por lo pronto se ha salvado.
El tocadiscos grande antiguo se “recicló” e inmediatamente lo recogieron. El otro se ha quedado junto con las bicis y otras cosas. En fin, para qué cansarte si tú lo has vivido igual que nosotros desde “el otro lado”.
Hoy por la mañana me toca pintar la puerta del cuartillo con una pintura muy bonita que ha traído Jhosebe de Sevilla. Ya te contaré como quedó en otro ratito de los nuestros.
Agur mi compañerito de charlas.
jueves, 4 de noviembre de 2010
Cumpleaños
Quisiera siempre volver atrás pero es imposible, tener más tiempo contigo pero no lo tengo, quisiera recomponer la familia y no puedo, ¡quisiera tantas cosas imposibles!.
domingo, 31 de octubre de 2010
El regalo de boda
Jon estaba quitando los polvos del comedor junto a mi Aitor y veo tu jarra mal que me pese.
Cuando me casé en 1964 uno de los regalos que me hicieron fue esa jarra de agua estilizada con una hoja de parra con adornos y un pie en pétalos de rosas. Para cualquiera sería preciosa pero no conmigo que siempre me han gustado cosas más sencillas, más útiles,...
La jarra ha caminado conmigo, primero en el armario y por supuesto la cuidaba muy bien porque era un regalo querido de mi amiga – hermana Antoñita.
Jon cuando viniste de San Francisco, te propuso Enrique Montenegro (amigo muy querido del alma y que ahora estará junto a ti) dar unas clases de pintura por horas y a ti te vino muy bien por las circunstancias que se rodearon en casa.
Fui de tus primeras alumnas con todo lo que ello conllevaba y empezamos las clases. Para hacer bodegones tuvimos que buscar y traer cosas de casa y ahí entró mi jarrón. Me dije, ¡ya está!, lo heredará mi Jon como “Profe” y el jarrón está salvado.
Como puede suponerse, el jarrón ha salido en distintos bodegones en todos estos años.
Ahora cuando moriste nos tocó ir a recoger tus cosas a la clase y allí estaba el jarrón. Lo traje a casa y lo puse al lado de la tele y ya hasta me gusta, ahora caminará conmigo e iremos marchando juntos y eso que no lo quería, pero ha sido voluntad de Dios y el cariño está por encima de todo. Estaba destinado para mí y no para mi Jon que lo había heredado.
El destino es muy cruel y no conoce de edades. Mi Jon, hoy me han dicho en la caja de ahorros que si era viuda, viuda sí pero de un hijo que estaba como un sol. Dirías tú ¿crueldad de la vida?, ¿mala suerte que tienen algunas personas?, ¿voluntad de Dios?
Que Él nos ayude en este camino tan duro.
jueves, 28 de octubre de 2010
El comienzo
Ya sobre el mes de marzo pensé en apuntarme a clases de pintura pero he tenido que esperar al nuevo curso para poder empezar. A veces pienso que es que estoy un poco loca, pero creo que es una nueva forma de unión.
Jamás se me había ocurrido lo de pintar, sobre todo porque recuerdo perfectamente lo torpe que era con el dibujo en el instituto pero aquí estoy y materiales no me van a faltar. A lo mejor luego no me gusta y lo dejo, ya veremos.
En la primera clase hice lo que tu madre me dijo que no hiciera, o sea, comparar a la profesora contigo y, claro, salió perdiendo. Tú te parabas más en enseñar pero ella te dice cuatro cosas y te tira al charco a ver que te sale. Parece más una clase de expresión artística. Bueno, yo tengo algo ganado, tus clases, en las que explicas tan bien todo.
Así que como no quiere la cosa el primer día hice un bodegón (más bien feo) y ahora pues también lo que se me ha ocurrido, un paisaje que a ver como termina. Ya te digo, todo como por libre.
A veces la gente habla de "señales" y yo no sé si estoy perdiendo la cabeza pero creo que recibí una tuya fuerte y clara el día en que fui a apuntarme por primera vez.
Aún no estaba abierta la casa de la Cultura y me paré a ver la información en la puerta. Mientras estaba leyendo horarios, precios y demás, empezó a sonar una música muy flojito que parecía venir del interior y que me resultaba familiar pero que en ese momento no identifiqué. Cuando volvía al coche recordé de qué me sonaba, dicha música la escuchamos en Los Ángeles, en Disneyland. ¿Es una casualidad escuchar una música no habitual en ese preciso momento que yo relaciono contigo? Puede ser, pero fue extraño.
lunes, 25 de octubre de 2010
Esperando la lluvia
Esta mañana he hablado con Juanjo. Como nosotros, ¿de qué va a hablar?, de su Jon Andoni.
Nos llevamos hablando un buen rato, contando sus cosas, recordando cosas que querría haber dicho a su hijo y no lo hizo, de tantos detallitos que en vida no te das cuenta. Luego caes en mil cosas que pasaron y que de haber sabido que se iba, no hubieras reaccionado así. Eso nos demuestra lo limitados que son los seres humanos, que queriendo tanto no podemos nada.
Noticia importante, tu hermana ha ido a la primera clase de pintura. Según ella, la profesora es completamente diferente a ti, está visto que “cada maestrito tiene su librito”.
Venía muy contenta, decía que era una porquería el cuadro pero está bastante bien para ser el primero, sobre todo porque los colores los ha logrado muy bien. Bueno yo no soy nadie para opinar pero lo cierto es que dan alegría y parece que esta alumna va a ser mejor que su madre que te tocó a ti.
Decía la tele que estamos en alerta amarilla pero por ahora de llover nada de nada. Lo que hay es un viento muy grande y veremos que pasa, si podrá sembrar tu hermano o no.
Por fin he ido a la Asociación, pintaré en tela (un mantel). También hacen abalorios pero yo no voy a pesar de tener el maletín con tenacillas y todo. No puedo hacerlo, ese es tu campo y parece que te estoy viendo en el hospital con las tenacillas haciendo los pendientes.
Cuando paso por la puerta de tu clase y está la puerta abierta, giro la cabeza buscándote. ¿Qué hago con eso?
viernes, 22 de octubre de 2010
El vaso
En él, enseñas a pintar el cristal y para ello elegiste a un vaso achatado con un dibujo abajo.
Te hemos visto darle forma y empezar a pintarlo desde los tonos más oscuros a los más claros.
Luego, días más tarde, he estado contemplando el pequeño cuadro ya terminado, tocando esos colores morados que te dejé pintando. Es difícil explicar la sensación tan fantástica que tuve. Por un lado tu imagen, tu palabra y, por otro, algo tangible como es tu obra.
Se lo enseñé a tu hermano y le dije: “ cuando estés preparado para ver los videos verás que tesoro tenemos y que no todo el mundo tiene”. No me dijo nada pero me miró y sonrió.
martes, 19 de octubre de 2010
Un poco obsesionada
Un año y no has venido, entrado ni salido por tu puerta. ¿Quiere eso decir que de venir nada de nada? ¿que eso es lo que hay y que tu presencia física se fue para siempre? Pues yo no puedo con eso y no me basta con tu presencia espiritual y es que necesito verte, unas veces alegre y con prisas, otras preguntando si había lentejas para quedarse a comer, otras dando tus bromas que te gustaban. En fin, todas las cosas que componen un todo de vida.
Comprendo que soy materialista, poco cristiana, ... Díos sabrá perdonarme porque sabe mejor que nadie nuestra debilidad y la fuerza del palo que nos ha dado a todos en casa. ¿Qué Él sabe lo que hace? Pues sí, lo creo pero Él sabe nuestras limitaciones y que todo lo que podemos dar de Él tiene que venir. Por ello le pido que nos cuide y nos dé aquello que podamos dar.
Toda la vida intentando ser “buena” para que también te venga la duda y la pena como no cabría en una cristiana pero es que no comprendo la finalidad de esta muerte en un momento tan crítico de mi familia. Lo único que le digo es que aquí sigo en la brecha y que Él me dé la capacidad de comprenderlo, que con su ayuda yo seguiré luchando y que con el amor de ese hijo que él me dio encontremos todos la Paz, la humildad para admitirlo y amor para dar a los demás, porque en estos momentos estoy hecha un cardo sin ganas de ver a nadie.
domingo, 17 de octubre de 2010
Bloque fraternal
Tengo un gran sentimiento de pérdida. Tenía dos hermanos y me he quedado con uno.
He perdido a mi referente de la infancia, de la juventud, de la vida... Éramos un conjunto que decidía, pedía, planeaba y ejecutaba en armonía y que también recibía cariño, educación y normas en pareja. No hubo grandes disputas entre nosotros cuando éramos pequeños, formábamos un único bloque, un único lote.
Pero sigo teniendo a nuestro niño, a nuestro juguete, al que protegíamos sobre todas las cosas y que tanto cariño y ayuda me da continuamente.
miércoles, 13 de octubre de 2010
Nombres
Tú te llamas como tu padre y tu bisabuelo paterno. No sé si viene de antes porque lo desconozco y tu padre también.
Sin embargo y gracias a que en Euskadi están digitalizadas las partidas de nacimiento, yo he podido remontarme hasta 1500 en nuestro árbol genealógico e investigar.
Yo siempre he sabido que a tu madre le pusieron su nombre (el mío) por un abuelo paterno. Éste, como antes los archivos estaban en castellano, era de nombre oficial José María pero no sólo él, podemos subir a partir de este bisabuelo a nuestro tatarabuelo e incluso 2 niveles más. En resumen, tu madre, que esperaban fuese un niño, es la quinta generación y yo la sexta.
Bien podría no haber sido este mi nombre porque la tía Miren y tu madre hicieron un pacto a la muerte de la abuela Felisa: la primera niña que tuviesen llevaría su nombre. Pero yo no fui la primera sino la segunda. Curioso empeño éste, cuando la abuela que tuvo cuatro hijas a ninguna le quiso poner su nombre porque no le gustaba.
A la abuela y sus hermanos les pusieron el nombre del día en que nacían y después de todo tuvo suerte porque a las tías les tocó Dionisia y Leoncia, ahí es nada.
¿Sabes?, siempre he sentido curiosidad por conocer a una abuela desconocida por nosotros pero a la que tu madre ama tanto y de la que aún te pueden hablar en Huelva con admiración por lo buena que era.
Bueno, tú ya estarás con ella y te has adelantado en conocerla. Siempre le he dicho a tu madre que mejor que ella no creo que fuera pero ella insiste en que sí. ¿Tú que piensas?
domingo, 10 de octubre de 2010
La boda de Elena
Ya llevo tiempo queriéndote contar como nos fue en la boda de Elena, nuestra ahijada. Yo le dije a los compadres que iba porque era ella, de lo contrario, bien sabe Dios que no hubiera ido.
La boda se celebró en Niebla en un sitio muy bonito en medio del campo, “La Reunida”. Llegamos a las ocho en punto para no ver mucha gente y sólo hice llegar y ya tenía unas ganas de salir corriendo. Le dije a Jhosebe: “me siento como gallina en corral ajeno”. Había 260 personas con sus correspondientes trajes de colorines y tu madre como la viuda negra, un traje largo negro con una flor en el pecho también negra. Me acordé de ti cuando me dijiste “mamá, no abuses del negro que ya en tu edad hace mayor” y llevabas razón, pero no me importa.
A las ocho y cuarto llegó la novia, guapísima, como es Elena alta y delgada, y el traje estaba muy bien elegido con la mantilla a juego.
La ceremonia la hicieron en un patio y fue muy bonita, cada uno leyó algo que traía preparado. José Mª hijo en especial estuvo muy emotivo. En fin, que en total duró más de una hora.
Resumiendo, todo estuvo muy bonito, nos hicimos fotos con ella y los compadres y en la mesa estuvimos con Eduardo y Rosario, Antonio y Antoñita y su hermana.
La comida fue estupenda y cuando terminó nos fuimos para casa antes de que empezara la orquesta.
El regalo que le hicimos fue uno de los cuadros de Barcelona y les ha gustado muchísimo.
miércoles, 6 de octubre de 2010
El valle del Jerte
¿Te acuerdas que cada curso querías llevarnos para contemplar ese valle de flores blancas con sus pétalos pidiendo ser miradas? Una vez por otra no nos pudiste llevar, una porque el tiempo no acompañaba, otra porque no había dinero, ...
Hoy con Imanol Arias y Juan Echanove he vivido su hermosura y me he hecho a la idea de que habíamos ido como siempre en el autocar. Estábamos maestro y alumnos juntos hablando de lo que cada uno se imaginaba: un cuadro lleno de flores, otro con el río Jerte, otro con el valle lleno de personas con su corazón robado por el colorido. También habría algún cuadro con la tortilla y sentados en la hierba.
¡Cuántos recuerdos Mi Amor en cada cosa, en cada música, en la mesa, en el coche, en tu sitio, ¡qué sólo y vacío está!, y aunque tengo la esperanza (y la certeza como cristiana) de tenerte a mi lado, quisiera tenerte un poquito en ese cuerpo que Dios te dió y que hemos tenido durante 42 años pero qué poquitos comparados con el que ser humano vive. Tú que eras un chicarrón, un muchacho fuerte, ...
¡Mi Jon!, qué quieres que te diga, el día de hoy han sido recuerdos y más recuerdos y era natural que al final del valle del Jerte dijera alguna tontería.
domingo, 3 de octubre de 2010
Certamen Jon Castizo Ciluaga
En este certamen él nunca participó por razones obvias pero sí que lo hizo en otros lugares. El paisaje pintado con espátula era uno de sus aspectos preferidos en la universidad y le hizo merecedor de una beca de paisaje en el Paular y de recibir una de sus medallas.
Nosotros le hemos acompañado a varios de estos certámenes siempre con mucha ilusión. A la hora de la entrega esperábamos detrás a oír el resultado.
Recuerdo en especial uno en Cortelazor por el calor que hizo aquel día a pesar de estar en la sierra. Aunque Jon iba preparado y se colocó su gorra para pintar, se le quemó el cuello entre idas y venidas del resto llevándole refrescos.
Igual que hoy la entrega de premios fue por la tarde y como pudimos la sobrellevamos entre sombras y bares.
Regresamos, ya anocheciendo, los cinco en el coche y el cuadro fresco sobre la bandeja del maletero. En menos que canta un gallo, unos 20 km, tuvimos que parar porque todos íbamos ya mareados con los vapores que exhalaba la pintura fresca incrementados por el calor. Esperamos un buen rato a que se hiciera de noche y por fin pudimos volver.
Es para mí un gran orgullo entregar este premio no por mí sino por el pintor y la persona que era mi hermano. Quiero dar mi enhorabuena a los ganadores pero también al resto de participantes. Como dice nuestro amigo Chema “si gano bien, si no un cuadro que me hallo”.
jueves, 30 de septiembre de 2010
El cabo de San Vicente
Aunque había decidido antes de tomarlas que haríamos una escapada de al menos dos o tres días en la segunda, llegado el momento, el cansancio era tal que no queríamos hacer nada, sobre todo yo, pero tu madre me animó y con cierta tozudez por su parte durante tres días me persiguió para que buscara hotel.
Mi idea en agosto era ir a hacer turismo por Cáceres y alrededores pero tu madre quería algo más tranquilo y al final hemos ido al Algarve. Hemos estado en Albufeira bastante relajadas, contemplando el mar y dando paseos. Además estaba todo muy tranquilo porque ya no hay animación veraniega y había poca gente.
El día de nuestra vuelta decidimos ir a conocer el cabo de San Vicente, así que tomamos la carretera de la costa para conocer un poco el paisaje de la zona mientras llegábamos. Nos ha gustado mucho el cabo con ese paisaje impresionante y hemos recordado que en el verano del 2008 tú también estabas por allí con unos amigos en tu furgoneta cargada de trastos.
In situ hemos reconocido algunos de los regalos que trajiste como una piedra con una especie de trilobites incrustado que le regalaste a Aitor. Lo pasamos bien ese día y estuviste junto a nosotras todo el tiempo. Compramos también alguna cosa y nos volvimos.
Este lunes al volver a Sevilla he ido a mi nevera a colocar el imán que compré con el cabo de San Vicente y al ver los otros que tengo, he visto el faro que me trajiste de allí. Estás por todas partes y en mis imanes también. Siempre me traías alguno de recuerdo y para ti en realidad eran nuestra colección privada y te hacía ilusión verla.
Un beso muy grande de tu hermana.
P.D. No he encontrado fotos tuyas de ese día pero aquí va una mía realizada con tu cámara de fotos.
viernes, 24 de septiembre de 2010
Y llegó la calma
P.D. Jon y Salma en el verano del 2007.
domingo, 19 de septiembre de 2010
Jon, Jon, Jon
viernes, 17 de septiembre de 2010
El aniversario
Parece mentira pero ya ha pasado un año. Estos últimos días han sido horribles. Tu madre y yo no hemos hecho más que recordar los días en Córdoba contigo, hora a hora, minuto a minuto. Si se pudiera volver atrás ¿qué habríamos cambiado? Nos lamentamos por decisiones tomadas en un instante cuando seguramente otras diferentes también hubieran sido lamentadas ahora.
Ayer eran las tantas y ahí estábamos viendo un poco la tele, a ver si nos entraba sueño. En realidad dormimos peor que el año pasado en el que no teníamos ni idea de lo que nos esperaba. Tanto ahora como entonces estamos cansadas pero el cansancio es distinto. El del año pasado era fruto de los días de hospital y de noches mal dormidas. El de este año es difícil de explicar: ¿cómo se puede estar tan cansado sin hacer esfuerzo físico?. Estos días han sido ya el colmo. Yo diría que nos hemos arrastrado por la vida. A mí me han acompañado también dolores de cabeza toda la semana que incluso me han tenido alguna noche sin dormir.
Dentro de unas horas estaremos en tu misa. "Tu misa", lo digo y me sigue pareciendo increíble. Aunque siempre estás con nosotros, espero que este sea un momento de encuentro con amigos y familia.
Un beso muy grande Jon de tu hermana.
lunes, 13 de septiembre de 2010
Un viaje de tres días
Debía ser un viaje de 3 días para el que llevamos ropa cómoda y que te permitiría regresar por fin a casa a esperar una respuesta. El primero para ingresar, el segundo la operación y a las 24 o 48 horas salir con los pulmones limpios al menos temporalmente. La única preocupación tuya era el miedo a la anestesia general.
En vez de eso, el viaje se convirtió en uno de cinco días y en el que de repente, de forma totalmente imprevista, al cuarto día, ocurrió lo que ni siquiera había pasado por nuestra mente y en vez de regresar los tres, al día siguiente regresamos cuatro más uno que ya existía en otra forma.
Siempre estás con nosotros y estos días revivo momento a momento lo ocurrido, risas y llantos. Te quiero mucho Jontxu, tu hermana.
miércoles, 8 de septiembre de 2010
Dolor, tristeza y rabia
Todo se está removiendo, me siento impotente, con mucho dolor y con mucha rabia. ¿Cómo volver atrás y arreglar ésto?
sábado, 4 de septiembre de 2010
Acortaron tu vida
A la vuelta de las vacaciones te cambiaron a tu última doctora y empezó a aligerar papeles para mandarte a Córdoba. Ya tenemos fecha para el traslado, el 13, y para la toracoscopia, el 14. La vida ya tiene decidido tu destino y viene directo a por tí.
El malestar después del primer tac con contraste lo achacaron a un cólico nefrítico. Con el segundo realizado dos semanas después ya se te encharcaron casi completamente los pulmones. Como no hay cirujano torácico no pueden a continuación hacerte la biopsia y de camino aliviarte los pulmones del encharcamiento que han provocado.
Te iban a mandar a casa a esperar el traslado a Córdoba pero ahora no se puede hacer. En vez de eso, hay que intentar aliviar los pulmones con diuréticos y otros medicamentos.
Esperamos las dos semanas y te dieron la puntilla con la biopsia en unos pulmones que ya debían estar muy mal aunque tú parecieses estar bien.
¿Cuánto hubieses vivido sin todo eso? Nadie puede saberlo pero lo que si sabemos ahora es que tu destino ya estaba sellado y que con toda seguridad lo hubieses pasado mal. Doy gracias por el resultado de la biopsia porque si hubiese sido otra cosa me hubiese vuelto loca.
Aún así recuerdo con una sonrisa los quince días hasta tu traslado. Fueron en parte aburridos como en cualquier hospital pero también dieron para hablar, compartir, recibir amigos con sus consabidas tertulias y darte todo lo que quisiste (masajes, comidas y demás) para aliviar un poco la desesperación de tantos días. Bueno, todo no, no conseguiste convencerme para comprar una caravana...
lunes, 30 de agosto de 2010
Agosto
No sé los años que me quedarán por vivir ¿quién sabe eso?, pero tú ya te has ido en lo que hoy en día sería la mitad de la vida, con tantas cosas por hacer, tan ilusionado como estabas ahora.
Pensándolo bien, mejor irse en una buena etapa que en una mala. ¡ Qué mal sabor de boca te habrías llevado!
Me dijeron que no se puede vivir en el pasado pero es que para mí, para nosotros, sólo hay pasado y presente. El futuro es difícil de percibir cuando estás así.
¿Cómo hablar de futuro cuando la vida se ha tornado tan frágil y sin control? Ahí tenemos también a Jon Andoni que estaba en la primera etapa de su vida, en ese momento de contradicciones que es la juventud y se ha ido de repente.
Ahora mismo las cosas materiales han pasado a un segundo plano. A mí me preocupa tu legado ¿qué pasará con ello cuando no estemos? Nadie puede saberlo. Aquello que tiene la gente, irá de padres a hijos hasta que a lo mejor a alguien no le guste o se estropee.
Intento pasar de estas ideas pero creo que sólo me engaño por pura supervivencia y por estar bien para nuestra familia. Como dijo la prima, los fastidiados somos los que nos hemos quedado.
Un beso muy grande Jon.
sábado, 28 de agosto de 2010
Sigo viviendo en el 2009
El otro día viendo en una planificación de trabajo en la que una de sus fases acababa en noviembre de 2010 pensé “¿pero qué dicen éstos? ¿necesitan otro año más para acabar?” Menos mal que tanto me chocó la cosa que antes de decir nada me paré a pensar y me dije, “estamos en el 2010, no en el 2009, te estás confundiendo”.
Y luego está mi edad que con eso de tener como referencia la tuya se ha quedado estancada. Me cuesta pensar en los años que tengo porque no me sale con naturalidad.
La vida continúa pero parece estar en un compás de esfera. ¡Cuánto desearía estar segura de que estás ahí!
miércoles, 25 de agosto de 2010
Médicos, hospitales, ambulatorios y demás
Ya llevas catorce días en el hospital haciéndote pruebas y sin resultado. También hacía mucho calor como ahora, de tal forma que como en tu habitación también hacía calor a pesar del aire acondicionado te había llevado un ventilador que nos acompañó en tu estancia en el hospital.
El ventilador también fue de viaje a Córdoba en el maletero de mi coche junto al resto de cosas, las tuyas, una bolsa de agua caliente para el dolor que tenías en la espalda, un cojín para dormir en el sillón y alguna banqueta que nos llevamos para tener más sitio en que sentarnos.
¡Qué difícil es tragarse lo que te pasó! Más de un mes en un hospital y morirte sin saber de qué después de hacerte una biopsia con toracoscopia de escasa mortalidad. A nosotros nos cuesta y al resto de gente que te vio en el hospital también y no dejan de decirlo de vez en cuando. ¿Cómo alguien tan fuerte pudo morirse así? La gente te recuerda paseando con tu camiseta de mangas cortas...
Y encima empezaste a ir al ambulatorio en febrero, ¿cómo nadie te hizo una simple radiografía? ¿podrías haber tenido alguna oportunidad?
Siempre que me asaltan esas ideas, las desecho y me digo, estaba enfermo y no tenía salvación, mejor así porque vivió con naturalidad todo el tiempo. Cuando tu madre me habla de Córdoba obsesionada, le razono y le digo que no se puede volver al pasado, que hicimos lo que mejor creímos con la información que teníamos y que ese era tu destino.
Tu caso nos ha dejado tan tocados que en nuestro entorno nos resistimos a los médicos y a los hospitales por si las moscas.
Lo cierto es que todo aquello parece no ser tan lejano. ¡Cuánto te queremos y deseamos tenerte con nosotros!
domingo, 22 de agosto de 2010
La acuarela
Ya hemos colgado en casa alguno de ellos. Al ser familia de pintor mucho sitio no tenemos pero hemos buscado algún hueco que otro. Ya están tus autorretratos y el dibujo de Elantxobe colgados en el salón.
Yo me voy a llevar la acuarela del hospital a mi casa. La hiciste el día anterior de tu partida a Córdoba. Estabas ya aburrido de los abalorios y me dijiste que te trajera de tu furgoneta tu caja y tu bloc.
Durante la mañana, cogiste dos vasos de plástico para mojar y enjuagar y te sentaste en la cama a pintar.
Cuando pasó a verte tu doctora para darte los últimos detalles del viaje y desearte suerte, ya la tenías terminada. Se la enseñaste y sé que si te hubiese dicho cualquier cosa se la hubieses dado pero no hizo ningún comentario.
Con la perspectiva de lo que sabemos ahora, pienso que su seriedad podía deberse a su preocupación pero a nosotros, que no sabíamos nada, nos pareció un poco seca.
Pintaste un paisaje relajado con palmeras. Supongo que deseabas paz y tranquilidad y que todo hubiese ya pasado.
Es curioso como en la mente se pueden grabar a fuego ciertas cosas. Te estoy viendo allí sentado en la cama pintando mientras yo leía como si hubiese sido ayer. Desde luego, este si es un buen recuerdo para no olvidar.
miércoles, 18 de agosto de 2010
La flor de Lis
No sé que pensar. ¿Quieres sentirte unido a mí por algo material como puede ser una flor? Cuando una empieza a marchitarse, la otra está saliendo en la maceta y nunca te falta, ¿coincidencia?, ¿señal? ¡Quién sabe!
Solo sé que las tengo delante (en este caso dos de distintas macetas). No sé si es el tiempo de ellas, sé que nacen para ti, mi Jon, por lo menos en mi corazón. Me quedo mirándolas y pienso: ¿lo estará haciendo mi Jon para decirme que está a mi lado y que siempre lo estará? ¿Estaré perdiendo la cabeza ya que en todo te veo a ti.
Las veo tan varoniles, tan llenas de vida, tan llenas de colorido, tan fuertes que no te podrías haber resistido a pintarlas con sus pétalos rojos y amarillos, con su rayas que escapan al pincel de cualquier pintor, sus estambres pidiendo vida para seguir ahí y que nosotros podamos admirarlas y pensar, cómo será ese más allá que tanto supone para nosotros.
Desde pequeña fui muy preguntona y le decía a la madre: “Ama, ¿cómo será el Cielo?” y ella en su cultura normal me decía: “Hija, nadie ha ido allí y ha vuelto pero algo hay”. Tenía la fe del carbonero. Ella iba a sus misas y era de los humanos ejemplo de buena. Sé que está contigo y habrá dicho, “Jon, hijo de mi Josebetxu, ven aquí.”
Ama ¿y tú como estás? Ya han pasado bastantes años para los humanos pero para vosotros no es nada. No creas, también tiene ventajas el estar al otro lado contemplando el panorama mientras nosotros vamos dando tropezones.
Amatxu, ¡cuántas cosas vividas desde que me sentaba en tu regazo! Qué cara de ángel tenías. ¿Por qué eras tan buena y tan humilde?
¿Qué?, ¿estás contento con la abuela que te ha tocado y que tan cerca tienes ahora? Sí, verdad? Cuidaos y ayudadnos a todos para formar esa familia eterna que no tendrá ni principio ni fin.
Ama, ¡qué duro lo que me ha tocado en la vida!, la más pequeña, la más mimada, la niña de todos y qué golpes más duros me ha dado la vida. Tú eres de la Virgen del Carmen y del Corazón de Jesús. Pide por nosotros y por los de Elantxobe, cuida a mi Jon y a Jon Andoni. Otoi bat eta gero arte.
lunes, 16 de agosto de 2010
Jon Andoni (II)
Una de las noches del congreso tus padres nos invitaron a mis compañeros y a mí a cenar en vuestra casa. Recuerdo especialmente aquella velada porque la disfrutamos bastante. En primer lugar, porque nos reímos mucho con las cosas que contaba tu padre y sus exageraciones y en segundo lugar porque en la sobremesa nos ofreciste algo de lo que ibas aprendiendo con el acordeón. Mi amigo Ángel se nos descubrió como músico además de informático, y se quedó mirando con entusiasmo como tocabas el acordeón no frecuente por aquí. Después él también se ánimo y tocó el órgano.
En aquellos días, me crucé con tus abuelos porque fueron de nuevo de vacaciones a Huelva y los vi cuando regresé. Por desgracia poco después la tía Begoña sufrió el infarto cerebral durante las vacaciones y a partir de ese momento te vi cada año porque íbamos a visitar a la tía, sus hermanas, la tía Miren y mi madre, y yo.
En el primero de esos viajes nos acompaño Aitor con el que compartiste tu habitación. El te cogió mucho cariño y se reía mucho contando como tenías los Mortadelos que leías a escondidas debajo del colchón para que no te viera tu madre.
La última vez que te vimos fue hace tres años y compartimos paseos por el puerto, por el monte Ogoño e incluso visita turística a San Juan de Gazteluatxe adonde subisteis tú y Abel, tocando tú en primer lugar la campana, mientras que los “onubenses” flojos (mi madre, Aitor, lesionado, y yo) os vimos subir desde abajo.
Pero lo que más claro recuerdo de esta última vez fue cuando al llegar a Elantxobe bajaste de la casa a recibirnos y ayudarnos con las maletas del coche. Con una amplia sonrisa me dijiste: “¿Necesitáis ayuda?”, te di una maleta y como buen chicarrón del norte me dijiste riendo: “¿Sólo eso? Dame más”. Y así subiste a casa contento con tu maleta y varias bolsas más.
Si es cierto lo que dicen de que los que estáis al otro lado podéis ayudar a vuestros seres queridos, ayudadnos tú y Jon a seguir adelante.
Un beso muy fuerte
P.D. En la foto estamos Jon Andoni, mi ama y yo en el puerto de Elantxobe
jueves, 12 de agosto de 2010
Fin de semana en Punta
Tal fin de semana como este, el año pasado, estabas resguardado en casa tomando antibióticos para curarte de tu neumonía.
El lunes llegaste desde Ávila, el miércoles te vio la neumóloga y te dijo que mejor tomaras el tratamiento en casa que en el hospital porque podías pillar cualquier cosa, incluida la por entonces famosa “gripe A”.
El viernes al llegar de Sevilla fui a verte junto a tu madre pero estaba tan abarrotada Punta que no pudimos dejar el coche ni en el parking. Total, que bajaste despacio, te montaste en el coche y dimos un paseo.
El sábado celebramos San Ignacio con retraso porque habíamos esperado a que volvieras del viaje. Fuimos a Punta con todos los bártulos de la comida para que no tuvieses que moverte y comimos allí todos juntos.
Tu regalo para Aitor fue un palo para hacer caminatas que te había pedido y le trajiste de Ávila.
Este fue tu último fin de semana en tu casa y nuestra última celebración juntos ¡Vaya grupo de inocentes Jontxu!
A veces, escribo para recordar y para no olvidar pero ¿cómo olvidar el verano pasado?
Jon, te echamos mucho de menos aunque siempre estás presente en nuestra vida. Jhosebe.
lunes, 9 de agosto de 2010
El incendio de la refinería
Me hizo recapacitar. El hombre es víctima de si mismo. Gracias a que lograron hacerse con él. ¿Te imaginas que el fuego se corre con todo lo que hay allí? Tanto como nos creemos los humanos y tenemos nuestra vida pendiente de un hilo.
Todavía no me creo lo tuyo. Un instante ¿y qué fue de tu respiración? Fue un golpe bajo que nunca olvidaremos. Ahora te toca a ti velar por nosotros que falta nos hace.
Ayer me dijo la tía Miren que había visto a Rosa y estuvieron hablando, cómo no, de ti. Ahora, en la misa del aniversario supongo que la veré y me dará alegría. Nunca le podremos agradecer lo que hicieron pero siempre estará en nuestro corazón porque esas cosas no se pueden pagar con nada.
Y pensar que cuando me dijiste que iba a venir no me hizo gracia. Sencillamente no me hizo gracia porque pensé que era molestar a la gente cuando ya nos tenías a nosotros. Claro que en mi mente no entraba lo que te podía pasar…
Recuerdo que un día hablando conmigo me dijiste: “yo voy a morir joven, ya lo verás, tengo tan mala suerte,…” Te reñí y te recordé todo lo que tenías y qué cómo se te ocurrían esas cosas.
Jon, tenías muchas cosas en este mundo, pero esa, sin ni siquiera saberlo te estaba esperando.
Mi hijo querido.
domingo, 8 de agosto de 2010
El retorno de Yoda
Estaba en la cama a la siete de la mañana y de pronto escucho un maullido desgarrador (como si fuera una persona). Bajé las escaleras y en la mitad de la escalera (no había encendido la luz con las prisas) vi algo subiendo con aquellos quejidos. Me dio un poco de miedo, no podía ser mi Yoda con los maullidos tan bajitos que tenía pero me fijo bien y me pareció él. Me quedé asombrada y asustada.
Por fin, me decidí a cogerlo y era huesos y pellejo, con unos ojos negros brillantes (azabache como los del burrito Platero) cuando él los tiene azules como el agua como todos los siameses.
El gato no comió nada (creo) mientras estuvo fuera porque el estómago lo trajo bien. Bebía muchísimo y comía su comida como lo más normal y aquí lo tenemos como si tal cosa y vienen las preguntas, ¿dónde estuvo?. No lo sabemos, si pudiéramos entrar en su mente…
Estuvimos por todos los rincones de los alrededores y nada. ¿Tiene esto explicación? Va y aparece a los veinte días.
En fin, nunca sabremos la explicación pero lo tenemos y estamos muy contentos de nuevo con él. Lo que hace falta es que no lo vuelva a hacer. Ya es la segunda vez que desaparece, la primera cuando nos mudamos de casas y la segunda cuando le ha salido de los bigotes ¿? Esperemos que haya escarmentado.
Jon, se llevan trotando y jugando los dos por la casa y yo pendiente de los dos. Por si no tenía bastante con uno, ahora dos pero estamos muy contentos, el uno como un camama (el abuelo) y el chico saltando, lamiéndole y dándole bocaditos en las orejas.
Un abrazo junto a mis dos elementos. Agur, mi Jon.
jueves, 5 de agosto de 2010
Jon Andoni (I)
Aunque hacía 3 años que no te veía, parece que te tenga enfrente ahora mismo con tu mirada alegre, tan simpático, tan noble, tan fuerte, tan amable.
Debido a la distancia que separa a la familia, de Huelva a Bilbao, te he ido conociendo de forma discontinua en diferentes etapas de tu vida que han ido viniendo a mí estos días.
Aún recuerdo el primer día que te vi en el capazo. Fuimos de Huelva a Bilbao una Semana Santa para asistir a tu bautizo. Llegamos al piso de Uríbarri donde vivías con tus padres en aquel momento y donde yo viví con tu madre mientras estudiaba y allí estabas en la sala y alrededor tuyo para verte nos colocamos todos los que habían venido de Huelva, incluido Jon.
Mi siguiente recuerdo tuyo no es allí sino aquí, en Huelva y es uno de los recuerdos más bonitos que tengo tuyo y de la tía Begoña. Tus abuelos, una vez jubilado el tío Andoni, aprovecharon para pasar temporadas en septiembre en La Antilla, en el piso de la tía Miren.
Aquel año, tú tendrías unos dos años y medio, vinieron en avión y te trajeron con ellos. Llegaron a mitad de semana y uno de los primos os llevaron allí. Yo, en cuanto llegué a Huelva el viernes desde Sevilla, recogí a mi madre y fuimos a veros. No estabais en el piso y supusimos que andaríais paseando por la playa. Nos acercamos y allí os vimos paseando. Puedo aún ver la sonrisa de la tía de oreja a oreja cuando nos vio y a ti andando con tus pasitos y con un gorrito para que no te diera el sol.
¡Menudo chiringuito tenían montado allí los tíos! Su sombrilla, sillas e incluso unos yogures para que merendaras. Después de pasear por la orilla recogiendo conchas, cosa que a la tía le encantaba, nos sentamos todos a contemplar el mar y tu amuma se puso a darte el yogur.
Mi padre siempre recuerda con mucho cariño y simpatía aquel día en que bajaron al puerto de Elantxobe las tías Begoña y Carmen, mis padres y tú y le dijiste “¿no habrá 100 pesetas para un mantecado (helado)?” Lo dijiste con tanta gracia y naturalidad que todos se echaron a reír y aún se acuerdan de ello. Tú andabas entonces por los 4 o 5 años...
Un beso muy fuerte para todos.
P.D. En esta foto tú tienes 4 años y estamos en ella la tía Begoña, la tía Carmen, mi madre, la prima Garbiñe, sus hijas Maialen e Ivane (no se la ve mucho que digamos) y yo en un día turístico en Loyola. La foto la hizo mi hermano Aitor.
lunes, 2 de agosto de 2010
San Ignacio de Loyola
Es el día de San Ignacio, patrón de Bizkaia y Gipuzkoa y santo de nuestro Aitor, y hoy pasa por tu ausencia física aunque sé que estás con nosotros, con tu “chico”.
Le ha faltado el regalito que siempre le traías con tu sonrisa: “¿qué me traes?” “Nada.” Y empezaba el tira y afloja cuando de antemano sabías lo que quería y lo traías contigo. Se lo dabas, veía lo que era y tan contento con sus regalos.
Este año ha ido de películas, de comer lo que él quiso, el consabido “bacalao a la dorada” y el atún aliñado con culantro y tomate que comió el otro día y ha sido su caprichito.
Del bacalao a la portuguesa no tengo nada que decirte, es tu plato favorito y me duele tenerlo que hacer. Si pudiera no lo haría pero la vida sigue mal que me pese. Sé que cuando veas lo que sobra dirás ¡mi parte! pero lo dirás con tu sonrisa camastrona.
Amor mío, ¡cuánto te quiero!, no puedo remediarlo, lo único que delante de ellos disimulo cuando tan cerca te tengo en cada momento. Aquí cada uno se hace el tonto y así van pasando los días entre tú, que nos estás mirando, y nosotros.
Jon, ayer estuvimos en la cristalería para llevar algunos cuadros a enmarcar y entre ellos el retrato mío antiguo que me hiciste. Dijo que quedaría muy bien con un nuevo papel adhesivo que hay ahora. Me alegraría porque ya tiene unos pocos años tuyos y míos. Será como volver a la casa de los maestros y tenerte conmigo.
Ya sé quién se llevó el cuadro de los limones del campo. Me alegra mucho que lo comprara la hija de Manoli Miraz. Yo sé que ella te aprecia mucho y sigue siempre preguntando por nosotros y recordándote.
Eres muy querido por todos tus alumnos y amigos. A lo mejor está feo que yo lo diga pero este es mi ratito de charla contigo y no lo puedo remediar. Yo soy madre y todas las madres me comprenderán.
Un abrazo hasta la eternidad. Agur mi Jon.
P.D. Jon y Aitor (Aitor Ignacio, de ahí lo del santo) con el primo Aitor en la boda de la prima Garbiñe.
viernes, 30 de julio de 2010
Jueves 30 de julio de 2009
- Diga.
- Soy Jon.
- Hombre, ¡vaya horas de llamar! Me has asustado. ¿Cómo te va el viaje?
- Bien pero te llamo por otra cosa.
- ¿Ocurre algo?
- Acabo de salir de una clínica de Ávila.
- ¿Por qué? ¿Qué ha pasado?
- Me he vuelto a encontrar mal, no podía respirar bien y me han hecho una radiografía. Me ha dicho el médico que no le gustaban el aspecto de los pulmones y que debía ingresar.
- ¡¿Cómo?!
- No te preocupes, yo le he dicho que era de Huelva y que no quería quedarme allí y entonces me ha dicho que volviera enseguida a Huelva y fuese al hospital. Parece que podría tener neumonía.
- ¿A qué hora volvéis?
- Todavía no voy a volver.
- ¿Pero si te han dicho que vuelvas porqué no vuelves ya?
- No pasa nada, me quedaré hasta acabar las vacaciones el domingo. Ya me encuentro mejor con el oxígeno y el urbason que me han puesto.
- Deberías volverte ya (tono de enfado)
- Yo volveré cuando quiera. Ya estás como siempre organizando (tono de enfado también).
- Haz lo que quieras pero entonces, ¿para qué me has llamado?
- Para que alguien de casa sepa lo que me pasa por si ocurre algo. No quería llamar a tus padres y preocuparlos.
- Eso, y tú quedándote en Ávila pero tu sabrás. Ten en cuenta que el domingo es fin de mes y habrá mucho tráfico. Procura venir pronto.
- Quiero aprovechar el día y no volveré hasta la tarde.
- Como quieras... Te llamo a ver cómo sigues.
La relación entre hermanos es especial, por un lado sabemos que podemos contar el uno con el otro y luego podemos discutir por la cosa más nimia, que es olvidada pronto porque para eso somos familia. Para mí todo es valioso para tenerte a mi lado, los encuentros y los desencuentros nos definen. No puedo entender aquellas personas que creen que hay que olvidar algunas cosas porque piensan que eran “malas” e idealizar falsamente a la persona que falta. Es como olvidar parte de lo que esa persona era.
Este recuerdo es muy especial para mí, creo que jamás lo podré olvidar y guardaré como un tesoro esta llamada que me hiciste para contarme preocupado lo que te pasaba y que fue a la vez nuestro último desencuentro telefónico. ¡Cuánto daría yo por tener alguno de ellos ahora! Dudo que pueda asumir tu falta Jon.
martes, 27 de julio de 2010
Jon y la tía Begoña
El viaje a Elantxobe ha traído a mi recuerdos de nuestra niñez. Parece que el cerebro rebusque recuerdos escondidos durante años y los vaya trayendo poco a poco en las circunstancias en las que me encuentro.
Algunos veranos pasábamos un tiempo en la casa de nuestros abuelos donde vivía la tía Begoña, amuma de Jon Andoni, en Elantxobe. Es un pueblo pesquero muy bonito pero que es una cuesta entera, pegado al monte Ogoño en descenso hacía el mar. Nadie se ha salvado de caerse alguna vez (normalmente más de una) en sus calles, nadie. Recuerdo perfectamente que un día corriendo hacia abajo, me tropecé y al intentar parar me hice un buen roce en la mano. La herida me dolió bastante pero creo que la respuesta fue una reprimenda por ir corriendo...
En esos veranos veíamos también al resto de tíos y primos, los visitábamos o nos visitaban. Uno de los días vino el tío Pedro con los primos Iñigo y Aitor que son de nuestra edad y, claro, aprovechamos para jugar.
La tía Begoña nos decía que no corriéramos ni por la carcava ni por las calles y que en todo caso fuéramos a jugar al Elizabarri (plaza de la Iglesia) que estaba cerca de la casa.
Jon, Iñigo y Aitor empezaron a corretear alrededor de la casa y por las calles y la tía Begoña estuvo riñéndoles cada vez más nerviosa y ellos como si nada. Al final y con el genio que tenía cogió a Jon y le dio un “soplamocos” como ella decía.
Jon se llevó un disgusto terrible, no se lo esperaba y además del dolor lo que más le fastidió es que sólo le pegara a él cuando eran tres los implicados. Lo cierto es que como nosotros éramos los que estábamos viviendo en ese momento en casa, creo que según ella, estaba en su derecho de hacerlo y con los otros no.
¡Cuánto me he acordado también de ti estos días tía! ¡Qué pena tan grande para ti si hubieses vivido y visto así a tu Jon Andoni!